Dios como fuente de ideas verdaderas. Sueño y vigilia
Se refiere aquí a Dios como garantía de las ideas verdaderas puestas en nuestro pensamiento, puesto que Él, que es infinita bondad, no colocará jamás ideas falsas en nuestro entendimiento.
Aunque los hombres verían una extravagancia en la actitud de dudar de las verdades que tienen como claras y evidentes, estas verdades son menos ciertas que la existencia de Dios y del alma.
Sostiene que es en la razón donde debemos apoyarnos para obtener certezas, pues tanto dormidos como despiertos podemos incurrir en errores, pues es Dios quien pone en la razón ideas con fundamentos verdaderos y a su vez, es Dios nuestro fundamento.
También sostiene que al tener una naturaleza imperfecta nuestros pensamientos no pueden ser siempre verdaderos –recordar al genio maligno, empeñado en hacernos errar- y que resulta más confiable a nuestro entendimiento la vigilia y no el sueño en donde nuestros razonamientos no son tan claros y distintos.
Fuente: Apuntes de Diseño contemporáneo de la U de Londres.