Éduard Manet
Pintor francés nacido el 23 de enero de 1832 en París, hijo de Auguste Manet, funcionario del Ministerio de Justicia, y de Eugénie-Desirée Fournier, hija de un diplomático. Como hijo de familia acomodada, su padre deseaba que fuera abogado algo que Manet rehusó; se le negó el permiso para estudiar pintura, como era su deseo. Édouard abandonó la casa paterna y se embarcó en 1848 rumbo a Brasil. Luego de seis meses en el mar, empezó a tomar clases de pintura académica, con toda la disciplina y rigidez que ello suponía.
Seis años de aprendizaje lo habilitaron como pintor de gran calidad, que se distinguió en su época por el rechazo a la pintura clasicista.
Empezó pintando temas de género, como mendigos, pícaros, personajes de café y escenas taurinas españolas. Adoptó una atrevida técnica de pincelada directa en su tratamiento de los temas realistas.
En 1863 su famoso La merienda campestre (Museo de Orsay, París) fue exhibido en el Salón de los Rechazados, una nueva sala de exposiciones abierta por Napoleon III accediendo a las protestas de los artistas expulsados del Salón de la Academia.
El lienzo de Manet, que representaba una mujer totalmente desnuda acompañada de dos hombres completamente vestidos, atrajo inmediatamente la atención general, pero fue atacado con dureza por los críticos.
Aclamado como líder por los pintores jóvenes, Manet se convirtió en figura central de la disputa entre el arte académico y el arte rebelde de su tiempo.
En 1864 el Salón de la Academia aceptó dos obras suyas, y en 1865 expuso su Olimpia (1863, Museo de Orsay), desnudo basado en una Venus de Tiziano, que levantó una tormenta de protestas dentro de los círculos académicos dado su realismo poco ortodoxo.
En 1866 el novelista francés Émile Zola, que defendía el arte de Monet en el periódico Le Figaro, se hizo buen amigo del pintor. Pronto se le unió el joven grupo de pintores impresionistas, Edgar Degas, Claude Monet, Auguste Renoir, Alfred Sisley y Camille Pissarro. Su maestría no fue reconocida hasta una edad avanzada.
En 1882 una de sus mejores obras, El bar del Folies-Bergère (Courtauld Institute Galleries, Londres), fue expuesta en el Salón, y un viejo amigo, el ministro de bellas artes, consiguió para el artista la Legión de Honor. También en 1882 pintó La amazona de frente (Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid), lienzo inacabado, que muestra la firmeza de construcción del pintor y su tendencia o contraponer grandes masas de color claras y oscuras.
Murió en París el 30 de abril de 1883. Dejó, aparte de muchas acuarelas y pasteles, 420 óleos.