Educación inicial
En la historia de la Pedagogía casi todos los pensadores desde Platón, pasando por Rousseau hasta llegar a Herbart, trataron por comisión u omisión el tema de la educación inicial; sin embargo, pensadores y pedagogos como Pestalozzi, Fröebel, Piaget, Montessori y Decroly profundizaron en el tema sentando las bases científicas sobre la importancia de esta etapa psico-pedagógica e institucionalizaron espacios para atender a los niños y niñas en edad pre-escolar.
Además de la carga psicogenética que heredan los y las niños(as) de sus padres, los primeros cinco años de vida son fundamentales para consolidar o derivar la creatividad, la sociabilidad, la motricidad y algunos aprendizajes fundamentales a través de ejercicios lúdicos y de experiencias pedagógicas; nadie se imagina la gran capacidad que poseen los y las niños(as) de asimilar e internalizar experiencias, frente a una escasa capacidad de comunicación, sin embargo, psicológicamente es una etapa determinante en la configuración de la personalidad psico-social.
El mito que: la escuela preescolar o kindergarten es el lugar en donde los y las niños(as) van a jugar y son cuidados mientras sus padres trabajan, es muy generalizado. No obstante, la realidad es –o debería ser – otra; en efecto, la educación preescolar es una oportunidad para que los niños y niñas desarrollen la creatividad, la socialización y comiencen a ingresar a la transición del sistema educativo mediante un proceso gradual, sumativo y sistemático de aprendizajes guiados, en donde el niño explora, busca, hace y deshace.
Un conjunto de acciones cercadas por lo lúdico permite ordenar procesos pedagógicos, áreas dramáticas, arte, música, alfabetización y matemáticas, entre otras, comienzan a generar procesos de cooperación, amistad, imaginación y exploración en el y la niño(a).