El Pop Art y sus características
El Pop Art se caracteriza por:
– Rechazo del expresionismo abstracto e intento de volver a poner el arte en contacto con el mundo y la realidad objetual.
– Lenguaje figurativo y realista referido a las costumbres, ideas y apariencias del mundo contemporáneo.
– Temática extraída del medio ambiente urbano de las grandes ciudades, de sus aspectos sociales y culturales: comics, revistas, periódicos sensacionalistas, fotografías, anuncios publicitarios, cine, radio, televisión, música, espectáculos populares, elementos de la sociedad de consumo y del bienestar (alimentos enlatados, neveras, coches, autopistas, gasolineras, etc.).
– Ausencia de planteamiento crítico: los temas son concebidos como simples «motivos» que justifican el hecho de la pintura.
– Tratamiento pictórico de forma no tradicional: aunque el lenguaje es figurativo y representa objetos reales, no se concentra exclusivamente en sus cualidades formales, sino que combina éstas con sus cualidades abstractas intrínsecas gracias al empleo de imágenes familiares y fácilmente reconocibles.
– Representación de carácter inexpresivo, preferentemente frontal o repetitiva.
– Combinación de la pintura con objetos reales integrados en la composición de la obra (las combine paintings de Rauschemberg): flores de plástico, botellas, etc., en un nuevo planteamiento dadaísta acorde con los nuevos tiempos (neodadaísmo).
– Preferencia por las referencias al «status» social, la fama, la violencia y los desastres (Warhol), la sexualidad y el erotismo (Wesselmann, Ramos), los signos de la tecnología industrial y la sociedad de consumo (Ruscha, Hamilton, etc.).
– Formas y figuras a escala natural y ampliada (los grandes formatos de las imágenes de tebeo de Lichtenstein).
– Iconografía estilizante, principalmente formas planas y volumen esquemático.
– Colores puros, brillantes y fluorescentes, inspirados en los empleados en la industria y los objetos de consumo.
Fuente: Apuntes de Diseño contemporáneo de la U de Londres.