Elementos de la oración
La oración consta de dos elementos: el sujeto (aquello de lo cual se habla) y el predicado (lo que se dice del sujeto). De ellos, es esencial el predicado, ya que el sujeto puede estar sobrentendido o no existir gramaticalmente (como en el caso de las oraciones impersonales).
El sujeto tiene su núcleo (sustantivo o función equivalente), constituido por la palabra o las palabras que contienen la idea principal. Además, puede tener complementos, o sea palabras que determinen o limiten la extensión del núcleo (complemento determinativo), que indiquen sus cualidades (complemento calificativo) o que expliquen algo de él, de modo incidental, y vayan entre comas (complemento explicativo).
El predicado también tiene su núcleo (que es el verbo predicativo, o el verbo copulativo con su atributo), sede de la idea fundamental de la predicación. A su vez, puede tener complementos: el que recibe directamente la acción indicada por el verbo y que ha ejecutado el sujeto (complemento directo); el que indica el fin, daño o provecho de la acción verbal (complemento indirecto); y el que señala las circunstancias de tiempo, lugar, modo, compañía, cantidad, instrumento, causa, argumento, etcétera, en que se ejecuta lo indicado por el verbo (complemento circunstancial).
Fuente: Apunte de Comunicación escrita de la U de Londres.