Enlaces
Los elementos simples se enlazan entre ellos estableciendo unas fuerzas de unión que dan lugar a que los átomos, iones, etc., se sitúen en posiciones relativas definidas, produciendo sustancias en estado sólido, líquido o gaseoso.
En el estado sólido las distancias entre átomos son muy cortas y no permiten distanciamientos grandes, por aplicación de fuerzas exteriores sin que se provoque la ruptura del enlace.
Estos tipos de enlaces se pueden clasificar en:
– Iónicos
– Covalentes
– Metálicos
– Enlaces secundarios (enlaces de Van der Waals)
– Enlaces mixtos: iónico-covalente, iónico-metálico, covalente-metálico
Un aspecto a considerar a la hora de suponer si dos elementos se combinarán mediante uno u otro tipo de enlace, es el concepto de la electronegatividad, el cual responde a la mayor tendencia a aceptar electrones por parte de los átomos de un determinado elemento.
Existe una escala de electronegatividades, que en grado creciente, se ordena de 0 a 4 y que se representa tal y como se puede observar en la fotocopia.
Cuanto mayor sea la diferencia de electronegatividades entre dos elementos, mayor es la tendencia a que se unan de forma iónica; el caso contrario llevaría a que se formaran enlaces covalentes.
El enlace metálico se produce entre que se caracterizan por tener en se capa de valencia menos de 4 electrones y, por tanto, una tendencia a ceder electrones que es tanto mayor cuanto menor sea el número de electrones de valencia, de forma que el enlace será tanto más metálico cuanto menor sea el número de electrones que aportan los metales a dicho enlace.
En las fotocopias se presentan distintas disposiciones geométricas de los cristales iónicos en función de la relación entre radios. En estas disposiciones se observa que el ión A está rodeado por diferente número de iones de B dependiendo de la forma geométrica de la ordenación.
El número de iones de B que rodean a los de A se conoce como número de coordinación; en el caso de la cúbica centrada en el interior, el ión de A está en contacto con 8 iones de B ubicados en los vértices, por tanto, el número de coordinación es 8; en el caso de la tetraédrica es 4, etc.
Los enlaces iónicos no son direccionales, es decir, si un átomo se enlaza iónicamente con otros dos no plantean un ángulo entre enlaces bien definido; sólo cuando constituyen estructuras cristalinas, los lados de las figuras geométricas que dan lugar sí presentan ángulos bien definidos, por ejemplo, los lados que coinciden en un vértice en la red cúbica forman 90º.
Fuente: Apuntes de Ciencia de Materiales. Ingeniería Química – Universidad de Huelva