Esquema del discurso
El esquema muestra la múltiple determinación del discurso:
En el hablar seguimos, pues, modelos discursivos que necesariamente determinan aspectos de la forma y del contenido de los discursos concretos. En este sentido, la producción y la comprensión de los enunciados dependen no sólo de la actividad del hablar y del conocimiento de la lengua, sino también del conocimiento de las tradiciones discursivas.
En otras palabras, el saber idiomático no es suficiente, para producir y comprender enunciados de diferentes tipos como, p.ej., la respuesta a la pregunta por una dirección, una consulta médica, una conversación comercial, un cuento, un artículo científico, etc.
Nuestra definición del discurso como actualización de una técnica lingüística histórica y de una tradición discursiva implica ya el concepto de variación comunicativa, puesto que, por definición, los discursos funcionan y tienen que funcionar en situaciones y contextos diversos.
Al insertar el discurso en situaciones y contextos concretos, nos encontramos ya en el campo de la pragmática. La pragmática toca principalmente el aspecto del uso, se interesa específicamente por las relaciones entre discursos y sus participantes, a saber, por las reglas que rigen el uso de expresiones, proposiciones, etc.
La pragmática considera esencialmente las situaciones en las que los discursos aparecen, las intenciones que rigen su producción, los efectos que los discursos provocan. Y, sobre todo, se interesa por los diferentes tipos de interacciones entre locutor / productor y alocutor / receptor que se constituyen en el discurso mismo.
En este sentido representa ya el paso de la investigación de la expresión lingüística que sólo considera el aspecto semántico y sintáctico a una investigación integral de la comunicación verbal-integral en cuanto que toma en cuenta los aspectos esbozados.
Para concretar mejor los aspectos pragmáticos aludidos, quisiera recordar los elementos constitutivos de la comunicación verbal. En la comunicación verbal entran en contacto por lo menos dos personas. Asumen los papeles de locutor y de alocutor, puede haber una distribución fija de papeles, como p. ej., en una carta o un sermón, o los interlocutores pueden aceptar la libre alternancia de la toma de palabra como ocurre en una conversación.
El discurso se refiere a objetos de la realidad física, social o psicológica. La producción del discurso representa siempre una tarea de formulación o de verbalización, puesto que el locutor tiene que respetar y sintetizar al mismo tiempo el carácter lineal de la expresión lingüística, las estructuras de la lengua como técnica del hablar, las reglas de las tradiciones discursivas y su interpretación individual de la realidad extralingüística. Además los interlocutores se sitúan siempre en campos deícticos personales, locales y temporales, utilizan diversos tipos de contextos y se encuentran en determinadas situaciones sociales y relaciones emocionales.
Ahora bien, con la ayuda de los criterios esbozados es perfectamente posible definir no sólo un discurso concreto sino caracterizar también las tradiciones comunicativas que existen en una sociedad cualquiera. Cualquier tipo de comunicación posible se define necesariamente por la combinación que se establezca entre los valores específicos de los parámetros mencionados.
La manera en que se produce esta combinación otorga a cada discurso individual y a cada tradición discursiva su perfil comunicativo específico.
De esta manera, es fácil determinar las condiciones comunicativas de tradiciones discursivas existentes como, p.ej., las de actos jurídicos, las de artículos científicos, las de conferencias universitarias, las de artículos de fondo, las condiciones comunicativas de sermones, las de entrevistas con un político, las de presentaciones personales, las de consultas médicas, las de mesas redondas, las de canas privadas, las de preguntas por direcciones y sus respuestas, las condiciones comunicativas de conversaciones telefónicas o las de conversaciones entre amigos en un bar, etc.
Ya la mera enumeración de los tipos de discursos demuestra, de nuevo, que dichos tipos forman una escala y que los modelos discursivos pueden localizarse en un campo continuo entre dos polos extremos. Estos dos polos representan lo que se suele llamar en un sentido prototípico oralidad y escrituralidad. El campo continuo entre oralidad y escrituralidad es de natura concepcional, es decir, es independiente de la realización fónica o gráfica del discurso.
Estos polos, rigurosamente definibles por los valores paramétricos explicados, vamos a llamarlos, para mayor brevedad y usando los términos en un sentido metafórico, inmediatez comunicativa y distancia comunicativa. Y es evidente que el discurso oral funciona, por definición, en el ámbito de la inmediatez comunicativa. El esquema indica la localización relativa de las tradiciones discursivas en este campo continuo:
Hasta aquí no hemos hablado del aspecto propiamente lingüístico de los discursos pues las condiciones comunicativas explicadas son claramente de naturaleza extralingüística. Por lo tanto, tenemos ahora en qué medida y de qué manera estas condiciones comunicativas determinan la producción d e los discursos y posibilitan su comprensión.
Fuente: Apuntes Análisis del discurso visual de la U de Londres