Estructura familiar vs. Estructura administrativa
La mayoría de las empresas familiares empiezan a funcionar de manera empírica, no existe una adecuada planeación para su estructuración, el promotor de empresas durante mucho tiempo funciona como el “hombre orquesta”, es decir, es el que vende, compra, produce, cobra y hasta en ocasiones realiza la limpieza del local, por lo que es indispensable que, conforme vaya creciendo el negocio, se rodee de subordinados que le ayuden en las diversas operaciones del negocio.
Los familiares generalmente son los primeros en intervenir en el negocio, sin embargo su intervención, la mayoría de las ocasiones, se da sin una definición clara de sus funciones dentro de la empresa.
El hecho es que todos colaboran con el deseo de que el negocio prospere. Sin embargo, todos hacen de todo y esto inevitablemente genera problemas. Por eso es necesario que el negocio, aunque sea muy pequeño, debe tener una estructura de organización.
Desde el inicio la empresa debe tener una estructura de puestos bien definidos; la compañía debe contar con un Director o Gerente General, que lógicamente será el dueño.
Además, de acuerdo con las áreas funcionales de la misma, deberán existir personas encargadas de las ventas, de la producción, de la administración, de las compras, de la función de personal, etcétera. Esto sirve para:
1. Definir los puestos que serán la infraestructura organizacional de la empresa.
2. Delimitar las funciones, actividades y responsabilidades de cada puesto.
3. Establecer necesidades futuras de requerimientos de persona.
4. Dar una imagen institucional del negocio.
Al principio va a suceder que debido al volumen de operaciones el dueño puede desempeñar varios puesto a la vez; puede encargarse del área de ventas y compras, otro miembro de la familia puede ser el administrador y llevar la contabilidad del negocio; otro puede ser el encargado de producción y la cobranza, etcétera.
Aún cuando el empresario ponga a trabajar a sus familiares, debe hacerlo siempre en forma profesional, creando una estructura flexible pero completa. Siempre se requiera de orden y esto se logrará si hay una clara división de las funciones.
Fuente: Apuntes de Administración de Pymes de la FCA de la UNAM