Estudio de tiempos y movimientos
Frederick W. Taylor en su libro El Management científico explica las razones por las cuales es necesario conocer los movimientos que se tienen que realizar para hacer una actividad y el tiempo en el que se tiene que ejecutar.
Hoy en día, el estudio del trabajo es muy importante porque con ello se estudia el aumento de la productividad.
El tiempo se puede evaluar de dos formas: la hora hombre y la hora máquina.
El primero tiene que ver con la jornada de trabajo que cada individuo le dedica al proceso productivo; el segundo, con el tiempo que la maquinaria y el equipo están trabajando.
En un análisis del trabajo se tiene que considerar ambos tiempos; es decir, la cantidad de trabajo contenida en un proceso debe contemplar la hora hombre y la hora máquina.
“El contenido básico de trabajo es el tiempo mínimo irreducible que se necesita teóricamente para obtener una unidad de producción.”92 Esto en relación con la hora hombre y también es aplicable a la hora máquina.
El estudio del trabajo tuvo sus antecedentes en la llamada escuela científica, representada por Frederick Taylor, que con su aportación del estudio de tiempos y movimientos le dio importancia a las tareas, elemento sustancial que todas las organizaciones poseen, junto con la estructura y las personas.
Como podemos observar, cuando estamos estudiando la distribución física de los espacios, se tiene que considerar el estudio del trabajo.
Para ello debemos estudiar los métodos que son “el registro y examen crítico sistemáticos de los modos existentes y proyectados de llevar a cabo un trabajo, como medio de idear y aplicar métodos más sencillos y eficaces y de reducir los costos”.
La medición del trabajo es “la aplicación de técnicas para determinar el tiempo que invierte un trabajador calificado en llevar a cabo una tarea definida efectuándola según una norma de ejecución
preestablecida.”
Como en todo, es necesario prevenir las necesidades de la organización para realizar las actividades de cada área y de la organización, por lo cual se podría dividir en diversas etapas:
– Inicio de actividades.
– Funcionamiento de las actividades de la organización.
Si la organización pasa por la primera etapa, se está en mayor posibilidad de determinar la distribución del espacio que si estuviéramos en la segunda etapa.
Aun así se tiene que realizar un diagnóstico que contemple la obtención de información sobre la razón social, análisis del nivel jerárquico, funciones, responsabilidades y tramo de control.
Elaboración del sistegrama, es decir, el análisis de los proveedores-insumos-proceso central (subprocesos principales y de apoyo)-producto/servicio-cliente; por último, la explicación de cada procedimiento con el mismo análisis SIPOC (proveedor-insumo- proceso-producto-cliente).
Asimismo, se tiene que analizar los elementos que constituyen la cultura organizacional; si en la organización se van a realizar cambios es importante determinar lo que constituye la cultura organizacional para planear los cambios deseados y poder determinar los espacios físicos.
Para analizar un espacio físico debemos observar los siguientes aspectos:
Ambiente físico. El ambiente físico lo constituye la iluminación, la ventilación, los colores de las áreas, temperatura y ruidos. Estos aspectos ya fueron desarrollados con anterioridad.
Ergonomía. La relación de la máquina con el ser humano es muy importante, porque nos determina el equipo o la maquinaria que sea más adecuada para el ejercicio de los procedimientos.
Por ejemplo, una silla de oficina incómoda puede provocar baja productividad, distracción, inexactitud en las tareas; por el contrario, una herramienta que tenga un diseño ergonómico facilitará el trabajo y aumentará la productividad en la organización.
Fuente: Apuntes de Administración IV del FCA de la UNAM