Factores personales que influyen en la incidencia de las ETS
Edad: La edad en que se presentan mas ETS es la comprendida entre los 18 y los 25 años, siendo la edad inicial ligeramente inferior en las mujeres. No obstante, las consecuencias de algunas ETS pueden afectar a los grupos de edad más extremos. Por ejemplo, los recién nacidos pueden verse afectados por una ETS (padecida fundamentalmente por la madre) transmitida por vía transplacentaria o durante el parto: sífilis congénita (9 casos por cada 10,000 nacidos vivos).
Infección ocular gonocócica que puede conducir a la ceguera (3 por cada 10,000 nacidos vivos), defectos congénitos, muerte en el período perinatal o retraso mental. Y todavía hay personas de edad avanzada que mueren a causa de complicaciones de la sífilis adquirida en su juventud.
Sexo: La morbilidad (proporción de personas enfermas sobre el total de la población) es mayor en los varones heterosexuales, pero en general las consecuencias clínicas pueden ser más graves en las mujeres (anexitis, pelviperitonitis, cáncer genital, esterilidad, aborto, etc.) y en los homosexuales.
En el hombre, las ETS se manifiestan con una sintomatología más florida y son diagnosticadas con mayor facilidad que entre las mujeres, que son portadoras a veces de una ETS sin denotar apenas ningún síntoma alarmante, y que constituyen por tanto un eslabón epidemiológico importante («portador asintomático>»).
Comportamiento sexual de la pareja: Por regla general:
– Cuando el hombre y la mujer evitan contactos fuera de la pareja, no aparecen ETS.
– Cuando la mujer tiene una sola pareja sexual, mientras que el hombre tiene muchas (a menudo, prostitutas), se presentan ETS en el hombre, y de paso puede enfermar también la mujer
– Cuando los dos tienen muchos contactos sexuales, el nivel de ETS es el mismo en ambos sexos.
Salvando las naturales diferencias, ocurre lo mismo en la homosexualidad.
Preferencias Sexuales: Globalmente, los homosexuales tienen muchas más ETS que los heterosexuales con un parecido grado de promiscuidad, no sólo por lo que respecta a las enfermedades clásicas (las localizaciones anal y bucal de la sífilis y la gonorrea son difíciles de detectar, y por tanto perpetúan la enfermedad), sino también a otras infecciones producidas por microorganismos que habitualmente no son causantes de ETS: shigellosis, amebiasis, giardiasis, hepatitis B o infecciones por Champylobacter. Otras ETS van ligadas más íntimamente al SIDA, como las producidas por el virus del herpes simple, de las hepatitis B y C, papilomavirus, toxoplasma o el propio virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Estado civil y socioeconómico: Las cifras más altas se dan en solteros y divorciados, en hombres y mujeres de estrato social bajo, y en núcleos urbanos más que en el medio rural.