Final de la edad media y el principio del renacimiento
Mientras que para el Mediterráneo Oriental el fin de la Edad Media supuso el avance imparable del islámico Imperio otomano, en el extremo occidental, los expansivos reinos cristianos de la Península Ibérica, tras un periodo de crisis y ralentización del avance secular hacia el sur, simplificaron el mapa político con la unión matrimonial de los Reyes Católicos (Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla).
Los acuerdos de estos con el de Portugal (Tratado de Alcáçovas, que suponían el reparto de influencias sobre el Atlántico) y la conquista de Granada. Navarra, dividida en una guerra civil entre bandos orientados e intervenidos por franceses y aragoneses, sería anexionada en su mayor parte a la creciente Monarquía Católica en 1512.
En la segunda mitad del siglo XV constituyó un periodo de transición donde la forma de pensamiento consiste en regresar a las ideas y principios de la cultura clásica. A este nuevo periodo (siglo XVI) se le conoce con el nombre de Renacimiento y marca el inicio a la Edad Moderna.
En este periodo transitorio surgen grandes cambios en la estructura política y en el ámbito de pensamiento:
– En el aspecto político desaparecen los últimos reductos feudales y se consolida el poder real autoritario.
– En el campo de las ideas se caracteriza por la decadencia de la escolástica y el gusto por los autores clásicos.