Forma y estructura de la célula
La forma y el tamaño de las células varían con las funciones específicas que desempeñan. La célula de ciertos organismos unicelulares mide menos de 0,3 micras, mientras que la yema de los huevos de las aves es una sola célula. Pero el tamaño de la gran mayoría de las células oscila entre una y veinte micras; son microscópicas. Las células de un ratón y las de un elefante tienen el mismo tamaño.
El elefante es más grande simplemente porque su cuerpo está formado por un mayor número de células, cosa que depende del programa genético de sus genes.
En cuanto a la forma de las células, predomina la tendencia a ser esféricas o globulares, pero se presenta una gran variedad.
Por ejemplo, las amebas cambian su forma al moverse o desplazarse, las células nerviosas poseen largas extensiones que les permiten transmitir mensajes a grandes distancias dentro del cuerpo y los espermatozoides poseen largos flagelos para su locomoción. Una célula típica consta de una reducida cantidad material gelatinoso, el protoplasma, rodeado por una membrana celular y en cuyo interior se halla inmerso el núcleo.
La porción celular comprendida entre la membrana y el núcleo recibe el nombre de citoplasma y está formada por una sustancia fundamental o hialoplasma y una serie de orgánulos inmersos en ella, la mayoría de ellos limitados por membranas, que desempeñan funciones específicas.
El hialoplasma es una suspensión coloidal, transparente y viscosa, formada por agua y numerosos compuestos como sales, principios inmediatos, productos del metabolismo y otros; pero observado al microscopio electrónico de alto voltaje muestra una estructura microtrabecular a base de microtúbulos y microfilamentos formados por polimerización de ciertas proteínas.
Organización celular
Dejando a un lado los virus, cuya organización se reduce a un filamento de ácido nucleico protegido por una envoltura proteica, en la naturaleza hay dos tipos básicos de organización celular: la célula procariota y la célula eucariota. La célula procariota, propia de las bacterias y las cianofíceas o algas verdeazules, es muy simplificada, careciendo de membrana nuclear, vacuolas, mitocondrias y otros orgánulos subcelulares.
La célula eucariota, típica de todos los organismos pluricelulares y de la mayoría de los unicelulares, presenta un alto grado de diferenciación que se refleja en el gran número de estructuras y orgánulos que posee, además de tener el núcleo rodeado por una membrana semejante ala membrana celular.
No obstante, la célula eucariota presenta diferencias notables según se trate de células animales o vegetales. La célula vegetal presenta, además de la membrana celular típica, una pared celular rígida de celulosa, así como vacuolas acuosas y plastos en el interior, orgánulos ausentes en la célula animal; en cambio, carece de centríolos y lisosomas en las plantas superiores, orgánulos presentes en las células animales.