Generalidades de la luz
La luz es un factor ecológico esencial en todo estudio de los ecosistemas ya que es la fuente principal de energía que llega al planeta desde el SOI, Regula la existencia y los ciclos de los distintos organismos, limitándolos. La luz visible (de 360 a 760 mm de longitud de onda) supone aproximada mente la mitad de energía solar que llega a la tierra. Su distribución depende de la nubosidad de la zona y el tiempo de permanencia de ésta, así como de la vegetación del medio.
Por ejemplo, en un pinar, la luz que llega al suelo se reduce a la mitad, y en un encinar oscila entre un tercio y un décimo.
En los bosques caducifolios de robles, hayas y castaños, la cantidad de luz en el suelo varia en el año, siendo mayor en invierno, cuando los árboles están desprovistos de hojas, y un mínimo en verano, cuando el follaje alcanza su máximo desarrollo y densidad.
En las aguas, como, lagos y mar, la distribución de luz sigue un esquema regular en función de la cantidad que llega a la superficie y el grado de transparencia.
En mares muy transparentes la luz llega casi a 400 metros de profundidad aunque la vida vegetal se encuentra en los 50 primeros metros. La luz es la base en la existencia de las plantas fotosintéticas, que forman el escalón primero de la pirámide ecológica y, por tanto, el sustento de todos los organismos animales.