Georg Cantor
Matemático nacido el 3 de marzo de 1845 en San Petersburgo, de padre danés y madre rusa que, a los pocos años, se mudaron a Frankfurt. Después de un breve periodo en la Universidad de Zürich, Cantor se inscribió en la de Berlín para especializarse en física, filosofía y matemáticas. En 1867 presentó su tesis doctoral In re mathematica ars propendi pluris facienda est quam solvendi (“En las matemáticas el arte de formular preguntas es más valioso que el de responder problemas”).
Posteriormente ingresó como docente a la Universidad de Halle, Alemania, en la que desarrolló u carrera el resto de su vida.
Entre 1869 y 1873 escribió diversos ensayos sobre teoría de los números y series trigonométricas. En 1873 demostró que los números racionales pueden contarse, a pesar de ser infinitos, puesto que se posicionan en una correspondencia de uno a uno con los números naturales. Sus indagaciones abrieron paso a un nuevo tema de estudio: las matemáticas del infinito.
A partir de 1884, Cantor se vio afectado por una enfermedad mental, pero nunca dejó de trabajar. Entre 1895 y 1897 preparó su obra más famosa: Contribución a la fundamentación de los números transfinitos, publicada en 1915. En 1897 ayudó a organizar el primer Congreso Internacional de Matemáticas y apoyó a los jóvenes matemáticos a abrirse camino en el mundo universitario, cerrado y dogmático.
A comienzos del siglo XX su trabajo fue reconocido como un avance fundamental en el desarrollo del análisis matemático, la topología y teoría de funciones.
Murió el 6 de enero de 1918 en Halle, Alemania.