Hacia el futuro
Vacunas de ADN desnudo.
Este constituye un nuevo campo de investigación desde 1993, año en el que Lui y sus colaboradores reportaron que inyecciones directas de un gen del virus de la influenza producía protección inmune en ratones.
Las vacunas de ADN consisten en plásmidos de E coli que codifican para el antígeno o antígenos de interés bajo un promotor viral que permite que la proteína se produzca rápidamente y que es reconocido por el mamífero hospedero (infectado). Cuando el plásmido se administra, el antígeno se expresa in situ dando inmunidad específica contra este.
Las ventajas son muchas, se puede producir mucho antígeno contra uno o varios patógenos, puede inducir respuesta celular a través de presentación de MHC clase I, y se pueden manipular la respuesta a través de la coexpresión de moléculas inmunológicamente relevantes como citocinas.
La administración puede realizarse por inyecciones directas o con partículas de oro cubiertas con el ADN que se introducen con microproyectiles (tecnología gene gun y jet gun).
Otras vías de administración de los plásmidos son las siguientes: pueden inyectarse intramuscularmente en preparaciones salinas, también es posible inyectar intravenosamente en complejos liposomales o administrar intranasalmente usando vectores bacterianos nebulizados (como algunas medicinas para el asma), finalmente, el ADN microencapsulado puede administrarse oralmente.
En lo que respecta a los adyuvantes que se utilizan con estas vacunas uno de los más novedosos son las secuencias CpG, estas consisten en una secuencia del mismo ADN en la que citocinas están seguidas de guaninas; se ha demostrado que dichas secuencias cuando se presentan sin mutilar funcionan como adyuvantes ya que activan linfocitos T auxiliadores tipo 1. Otros adyuvantes son moléculas como B7-2 o CD86 que incrementan las respuestas de los tipos celulares inmunes denominados Th y CTL.
En lo que respecta a la hepatitis B y C, así como el SIDA, se han realizado estudios con un modelo de ratas con estas enfermedades, y se ha observado que cuando estos individuos son vacunados con ADN desnudo mostraban una baja en la expresión del gene viral en hepatocitos lo que induce una mejoría en su salud. Estos plásmidos no se replican en las células animales, pero pueden permanecer en ellas por semanas o meses lo que provee una producción continua del antígeno.
Aunque los resultados obtenidos demuestran los potenciales usos de las vacunas de ADN desnudo como inmunoterapia aun se tienen que realizar más estudios ya que no se cuenta con experiencia en humanos lo que significa que tenemos una comprensión fragmentaria del proceso por el cual los plásmidos son internalizados y como se presentan los antígenos a las células competentes. Por otro lado debe considerarse el papel de las citocinas en el ambiente y su efecto en la respuesta inmune.
Además existen preocupaciones teóricas acerca de la interacción del ADN extranjero sobre el genoma del huésped. El ADN probablemente no interactúe debido a la falta de homología, sin embargo, dado que las cantidades de ADN que se requieren son altas habrá que tomar este punto en cuenta.
Por otro lado, mucho trabajo a de realizarse para saber cuales son las formulaciones óptimas, los adyuvantes, las dosis y los esquemas de vacunación. Necesita trabajarse sobre estos factores para cada tipo de antígeno y además es necesario hacer la evaluación de la respuesta inmune.
Vacunas de ARN
En cuanto al potencial para generar respuesta inmune se sabe que este también activa a las CTL cuando se usa en liposomas. El ácido ribonucléico (ARN) tiene la desventaja de que es de vida media muy corta y es menos efectivo, pero no se corre el riesgo de integración al genoma, además si se van a emplear genes con actividad importante en la regulación de la división celular conviene su uso ya que de esta forma no se corre el riesgo de transformaciones malignas como consecuencia de la expresión prolongada de la onco-proteína.
Además, al usar ARN puede incluirse productos de la replicación viral y de la maquinaria de traducción los que nos daría una expresión muy alta en un tiempo corto, hasta que la célula productora muera.
La retrovacunación… eliminando la experimentación en modelos vivos
La retrovacunación se refiere a una nueva modalidad en el diseño de vacunas en las que se pretende realizar simulaciones sobre la interacción entre los productos de diferentes genes y el sistema inmune de manera que no sea necesaria la experimentación con animales para encontrar las proteínas con capacidad antigénica. Todo se realizaría desde una computadora para luego generar la vacuna. Este es un campo totalmente nuevo y se desarrolla en laboratorios con colaboración de grandes compañías por lo que no es sencillo acceder a los resultados de estas investigaciones.
Fuente: Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.