Hecho pedagógico
La Pedagogía como primera ciencia de la educación, ha consistido por la misma larga tradición educativa, en una posibilidad sistemática de generar ciencia en los ámbitos escolares y universitarios. Desde Comenio (1632) hasta Stenhouse (1982), la pedagogía ha tenido transformaciones y ha tipificado como una ciencia que no ha logrado definir su objeto de estudio. Desde su mismo vocablo o término, la pedagogía es la conducción del y la niño(a), y no la educación propiamente dicha.
Por eso han aparecido otras corrientes que han querido interpretar a la educación como su objeto de estudio. La andragogía como ciencia del hombre o la ginegogía como ciencia de la educación de la mujer. Cada una de ellas con estilo diferente y con resultados sorprendentes.
En Dinamarca, Cristensen se refiere que pedagogía no puede ser considerada como ciencia de la educación, porque su terminología es limitada. Para él, la ciencia de la educación se le debería denominar “Educología”, porque su término corresponde con su objeto y, entonces, los pedagogos se pueden convertir en educólogos.
Estas ideas son parte del hecho pedagógico, porque especifica tendencias de la pedagogía para ser considerada ciencia de la educación. También, cuando el profesor interviene en los espacios áulicos, incluye una serie de estrategias definidas por los mismos procesos pedagógicos y didácticos. El director de una escuela o el decano de una universidad, solicita la intervención pedagógica de sus maestros para generar valores en los procesos de enseñanza –aprendizaje; por tanto, se considera que se ha circunscrito al hecho pedagógico, porque le apuesta a la intervención científica de sus profesores.