Heráclito de Éfeso
Filósofo griego, quien sostenía que el fuego era el origen primordial de la materia y que el mundo entero se encontraba en un estado constante de cambio. Nació en Éfeso c. 540 a.C., en una antigua ciudad griega en Asia Menor, que ahora pertenece a Turquía. Debido a su vida solitaria, y a la oscuridad y misantropía de su filosofía, es llamado algunas veces el oscuro.
Se resistió a trabajar como legislador y se aisló para dedicarse a la reflexión filosófica. Resultado de esa actividad es su Tratado de la naturaleza, conocido también como Las musas, separado en tres secciones dedicadas a la Física, la Teológica y la Política.
Aunque está perdido se conocen varios de sus fragmentos gracias a las citas incluidas en otras obras como lo son los Diálogos de Platón.
Opuesto a las ideas de Parménides sobre la permanencia y la inmutabilidad del ser, Heráclito pensaba que la esencia del mundo es el cambio expresado en la idea del fuego y la guerra librada entre pares antagónicos: el ser y el no ser, el día y la noche, el invierno y el verano, el bien y el mal.
Estos pares coexisten o se excluye en una permanente alternancia, idea que Georg Friedrich Hegel remoto para explicar el proceso dialéctico.
Heráclito fue un ácido opositor de los poetas por considerar que éstos habían corrompido la idea de Dios y la religión, y criticó a los eruditos asegurando que “la gran ciencia es una mala ciencia”.
Por esas razones, y por la novedad de su pensamiento, generó el rechazo de sus contemporáneos. Diógenes Laercio lo describió como “un hombre de sentimientos elevados, orgulloso y despectivo que, desde joven, fue objeto de admiración y sorpresa”.
Murió en 480 a. C.