Herramientas para detectar el grado de preparación de la empresa para formación de trabajo

En este caso, también mediante un cuestionario se puede detectar el grado de preparación de una empresa para formar equipos de trabajo, una vez detectada la necesidad de contar con ellos. (Tabla anterior)

Ahora bien, ¿hasta qué grado es responsabilidad del equipo de trabajo operar eficientemente y hasta qué grado esta le corresponde al líder del grupo, llámese gerente, jefe o supervisor?

Se puede decir, citando a Fiedler, que el liderazgo es situacional, ya que depende del líder, de los seguidores y de la situación, o como afirman Hersey y Blanchard, también depende del grado de madurez del grupo. Sin embargo, es indudable que la responsabilidad de obtener resultados óptimos debe ser compartida entre líder y equipo de trabajo, según muestra el siguiente diagrama conocido como «pirámide invertida».

Herramientas para detectar el grado de preparación de la empresa para formación de trabajo
Herramientas para detectar el grado de preparación de la empresa para formación de trabajo

Como se puede apreciar, el concepto tradicional de la pirámide clásica en la que se representaban los diferentes niveles jerárquicos de la organización ha cambiado debido a que el líder de la empresa debe ser el «soporte» o cimiento que le permita lograr sus objetivos.

Ello no quiere decir que toda la responsabilidad sea del líder, pero él debe ser el promotor y guía de su grupo de trabajo. Es más, existen algunos métodos para determinar las tareas más importantes que debe realizar el líder-supervisor, para obtener mejores resultados cuando:

– Proporciona a sus seguidores los satisfactores que cubren sus necesidades de logro, competencia, poder o afiliación.

– Marca el derrotero que deben seguir sin colaboradores.

– Elimina los obstáculos de la ruta a seguir por parte de sus colaboradores para el cumplimiento de las metas.

Ello no implica que el líder deba hacer el trabajo que corresponde a sus colaboradores, sino que debe orientarlos para lograr un mejor desempeño, tal como lo expresa aquel principio clásico de la administración:

«La autoridad se delega, pero la responsabilidad se comparte».

Fuente: Apunte de Desarrollo Organizacional de la UNIDEG