Ictericia fisiológica del recién nacido
Se da en el 50% de los R.N. a término y en el 80% de los pretérmino. Se debe a una deficiente conjugación por deficiencia del sistema enzimático glucuroniltransferasa.
Es una hiperbilirrubinemia fisiológica que no presenta patología aparente, no se manifiesta ningún signo de enfermedad. Así para considerar una ictericia como vanal se deben cumplir unos criterios. Si no se cumplen entonces es un problema a tratar.
Criterios:
1) Después de 24 horas de vida (aparece el tinte ictérico al segundo o tercer día del nacimiento, y alcanza el máximo valor al cuarto día).
2) La bilirrubina total no aumenta más de 5mg/dl/día (bilirrubina de predominio indirecto).
3) Valores totales de bilirrubina no sobrepasan 12,9mg/dl en R.N. a término y 15mg/dl en pretérmino.
4) Bilirrubina directa <1,5-2mg/dl.
5) Duración del tinte ictérico inferior a; 1 semana en niños a término y 2 semanas en pretérmino.
Lactancia materna e hiperbilirrubinemia
Es una ictericia transitoria y prolongada. La incidencia es de 1 de cada 200 niños. No se conoce la causa de esta hiperbilirrubinemia.
Puede estar causada por la leche materna o asociada a la lactancia materna. Así se sabe que existe una sustancia hormonal (βpregnandiol) en la leche materna que inhibe la acción de la enzima (glucuroniltransferasa) que conjuga la bilirrubina indirecta, otra hipótesis tiene en cuenta la presencia de determinados ácidos grasos en la leche materna que compiten con la bilirrubina en su unión por la albúmina.
Lo que sí se sabe es que:
1) La ictericia aparece después del tercer día de la lactancia materna.
2) Valores máximos de 20-25mg/dl. Pero aunque son valores elevados el R.N. no presenta ningún problema aparente (no hay síntomas).
3) Al interrumpir la lactancia materna desciende la bilirrubina en un período de 24-72 horas. Al reanudarla aumenta, esto se hace para comprobar si la hiperbilirrubinemia es debida a la lactancia materna.
Es conveniente esta práctica ya que a continuación cuando se reanuda la lactancia los niveles de bilirrubina ascienden pero no a cifras tan elevadas como las anteriores y así se previene el kernicterus.
4) Los valores se mantienen elevados durante 3-4 meses mientras está tomando el pecho. Luego se estabiliza, aunque se continúe con la lactancia materna.
5) De predominio indirecto
Lo que sí parece cierto es que existe una circulación enterohepática de bilirrubina, y si permanece mucho tiempo en el intestino se desconjuga por la βglucuronidasa y se devuelve la bilirrubina indirecta a sangre donde aumenta el nivel.
Cuando la causa se asocia a la lactancia materna es porque durante los primeros días de vida del neonato hay una baja ingesta hídrica y calórica, y por tanto aumenta la circulación enterohepática.
Así la retención de meconio del R.N. hace que aumente la bilirrubina en sangre en el R.N. Por tanto cuanto antes evacue el neonato antes baja la bilirrubina; la lactancia precoz favorece el peristaltismo y disminuye la concentración de bilirrubina en sangre.
Fuente: Apuntes y notas de enfermería materno infantil del Conalep