Infraestructura de las ciudades
La presión humana: se calcula que al año 2000 la mitad de la población humana, que puede ascender a 6500 millones de humanos, habitara en ciudades. En los últimos 200 años se han creado más de 1600 ciudades con más de 100,000 habitantes, debido al proceso de industrialización de la mayoría de los países y la emigración de la población rural. Estos cambios en corto tiempo han provocado modificaciones del entorno.
A veces es por abandono de ciertas regiones, que son «recuperadas» por la naturaleza, pero en general supone un impacto negativo que afecta el equilibrio de los ecosistemas naturales.
Infraestructura de las ciudades
La presencia de una comunidad urbana en un medio natural no es adversa sólo por su impacto directo, sino que son multitud de efectos secundarios que la estructura de este sistema ocasiona.
Un problema es el suministro de agua, que se toma del río y se devuelve contaminado; pero esta no es suficiente, y entonces se crean pantanos de reserva hídrica para satisfacer las necesidades urbanas.
Esto altera en un río su naturaleza, reduciendo el caudal e impidiendo el paso de especies migradoras (que se soluciona en parte con la construcción de las llamadas escaleras).
La construcción de una presa como la de Assuan, ha supuesto una alteración profunda en el Nilo, entre la que esta la progresiva desaparición del delta de su desembocadura, sin aportes minerales que se acumulan en el pantano (con peligro de colmatación).
Otra consecuencia es que las avenidas del río, ricas en limos fértiles, han desaparecido al regularse el cauce, con lo que la agricultura tiende a desaparecer.
Para compensar, los agricultores utilizan abonos artificiales, factor contaminante que destruye la riqueza biológica de las aguas. Los puertos fluviales o costeros son otro elemento perturbador, como los oleoductos que transportan gas o petróleo.
Los tendidos de alta tensión crean campos magnéticos a su alrededor y su presencia causa la muerte de aves que no ven los cables. Las comunidades, para el funcionamiento de la ciudad, crean barreras infranqueables a la fauna.
Las vías del ferrocarril y las carreteras, provocan la muerte de miles de animales al año al ser atropellados. Las autopistas, con gran superficie para sus vías y servicios, impiden el paso de especies migradoras.
Muchas veces son obstáculos para el curso de las aguas, en especial en regiones torrenciales, provocando inundaciones.