La conquista de los indios en el continente americano
La corona española ejerció un estricto control en el paso de los pobladores que se trasladaban al Nuevo Mundo a través de la Casa de Contratación de Sevilla. Ésta tenía la tarea de examinar a los solicitantes y si cubrían los requisitos, otorgaba los permisos; además, llevaba un registro de todos los pasajeros que se embarcaban para las Indias. Los pobladores originarios de España que llegaban a América provenían indistintamente de todas las regiones españolas.
El mayor número de personas procedió, en un principio de las regiones de Andalucía, las dos Castillas, León y Extremadura.
La intención de evitar la dispersión de los colonos y ejercer un control más eficaz sobre ellos, los reyes Católicos apoyaron la construcción de villas y ciudades en suelo americano.
Los territorios ocupados contaban con una población aborigen muy arraigada, por lo que someterlos al nuevo orden europeo, implicó el empleo de la violencia militar.
cuando se iniciaba una acción de conquista, se realizaba el conocido «requerimiento», que consistía en dar lectura, en presencia y/o ausencia de los indios, a un texto en que se hablaba de Dios, de la Creación, de la autoridad espiritual y temporal del Papa, y de la donación que éste había hecho en favor de los reyes de España.
Se instaba luego a los naturales a reconocer la autoridad de la Iglesia Católica y de su pontífice máximo, así como a rendir vasallaje a los reyes españoles.
En caso de resistencia o desacato por parte de los indios, se lanzaban los españoles contra ellos para darles combate a mano armada.
Los integrantes de las tropas de batalla recibían su recompensa, repartiéndose los bienes materiales muebles de los indígenas, sin olvidar que la quinta parte de botín obtenido pertenecía al rey.
Según las ideas y tradiciones jurídicas de la época, eran legalmente esclavos aquellos individuos rebeldes que negaran, fueran infieles o enemigos de los cristianos, sin embargo, los indios eran convertidos en esclavos sin justa razón.
Los reyes Católicos les interesaba más tener a los indios como súbditos directos y libres que repartirlos como esclavos, por lo que dictaron diversas disposiciones que evitaban la esclavitud. Sin embargo, independientemente de las restricciones impuestas por la corona, se siguió esclavizando indios bajo pretexto de rebelión.
Con el objeto de lograr el arraigo de los conquistadores, los reyes siguieron la práctica de compensarlos con mercedes de tierra y encomiendas. La «merced real», era un título de propiedad particular que se originaba por una concesión otorgada por el rey.
Las encomiendas consistían en el reparto de indios que servían a los españoles en las labores agrícolas o mineras; aquí, el español beneficiado aprovechaba la fuerza de trabajo, con la obligación de proveer de lo necesario para la cristianización de sus encomendados.
Las islas antillanas, además de alojar a los primeros núcleos importantes de colonos, sirvieron como bases para la organización de expediciones a las tierras continentales. Las expediciones se organizaban por iniciativa de la población ya asentada; pocas fueron las gestadas por España.
Pocas eran las oportunidades de acomodo de la gente recién llegada, ya que los primeros pobladores habían ya acaparado por igual tierras, minas, indios de servicio y cargos públicos.
Por lo anterior, los nuevos pobladores realizaban expediciones para buscar donde fundar nuevos centros de población (o el botín). Sin embargo, para realizar una expedición, era necesario contar con una licencia expedida por la autoridad competente. El financiamiento de las empresas se hacía siempre con la aportación de los particulares.