La especie
La unidad básica de clasificación es la especie, que se define como un conjunto de poblaciones naturales cuyos individuos presentan características estructurales y funcionales semejantes, que sólo se reproducen o se pueden reproducir por fecundación o apareamiento entre ellos y que comparten una ascendencia común. La nomenclatura generalmente adoptada para la especie es la que ideó Linneo y recibe el nombre de nomenclatura binomial, que consiste en el nombre del género al cual pertenece la especie (escrito en latín y con la inicial mayúscula) seguido del nombre especifico (en latín y minúscula).
Ambos suelen escribirse, además, en letra cursiva. Las barreras geográficas pueden separar poblaciones de una misma especie que se enfrentan a distintas presiones de selección en ambientes distintos, lo cual da lugar a cambios desiguales en su constitución genética que conducen con el paso del tiempo a diferenciaciones que caracterizan a subespecies o razas, aunque sin perderse la interfecundidad entre los individuos de subespecies diferentes.
Si el aislamiento conduce a una diferenciación tal que imposibilita la viabilidad de la hibridación, tiene lugar la aparición de nuevas especies. Es el fenómeno llamado especiación por evolución divergente.