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La existencia de Dios, el «genio maligno»

Al abordar el tema de Dios el discurso cartesiano deja entrever claras influencias platónicas. Se lee «está grabada en mi mente una antigua idea, a saber, que existe un Dios que es omnipotente y que me ha creado tal como soy yo» (M.M pag 48).

En esta frase puede verse la alusión a las verdades innatas, a la teoría de la reminiscencia, del paso del alma –que habitaba el mundo inteligible, de las ideas- por el «río del olvido» hacia el mundo sensible, obligada a «recordar» verdades que ya posee y que se ven opacadas por los sentidos.

Al referirse a Dios inicialmente también se instala la duda, pero luego concluye que éste es suma bondad. Supone un Dios óptimo e introduce la hipótesis de un «genio maligno» que se empeña en hacerlo errar. Todo lo externo es artificio de éste, que le tiende trampas a su credulidad y que intentará vencer valiéndose de su método racional.

Fuente: Apuntes de Diseño contemporáneo de la U de Londres.