La investigación como base para la toma de decisiones
Muchas veces nos hemos preguntado el porqué del éxito de ciertas organizaciones, ya sea en el ámbito de los alimentos como del entretenimiento, de la medicina o la producción automotriz.
Un común denominador de estas organizaciones se encuentra en la forma como ellas atienden a sus mercados, buscan la innovación, crear o diseñar aquellos productos o servicios que los consumidores demandan y evolucionan con la sociedad o inclusive van adelante de las expectativas que la gente tiene de lo que necesitan, desean o lo que simplemente les gusta. Todo lo anterior es el distintivo de organizaciones que están en constante cambio.
Son sorprendentes los avances que ha tenido la tecnología, sobre todo en la segunda mitad del siglo pasado, nunca antes la humanidad había desarrollado tanto tantas disciplinas del conocimiento como hasta entonces.
La humanidad ha transformado su forma de vida radicalmente, ahora disponemos de mejores viviendas, las comunicaciones electrónicas hacen parecer como que el mundo se ha encogido, la esperanza de vida en la mayor parte de los países ha aumentado, aunque con muchas carencias para la mayoría de las naciones los alimentos se producen en mayor volumen, la medicina ha logrado grandes avances y aun las sociedades modernas evolucionan hacia estilos de vida muy diferentes a los que nuestros padres conocieron.
Muchos, si no todos, de los desarrollos tecnológicos y científicos se iniciaron por una simple idea, un sueño, una necesidad de cambio, de mejora, de solución a un problema, del desafío que los hombres siempre están dispuestos a enfrentar ante cualquier reto.
Esa idea o sueño suele ser madurada en lo individual, para después llevarla a la consideración de otros y de una manera muy simple, casi siempre, especular que tan posible sea llevarla a la realidad.
Lo que surge como una simple inquietud se convierte en algo más complejo que denominamos como proyecto, es entonces cuando nos damos cuenta que para tener mayor certeza de que tan posible sea realizar una idea debemos investigar a profundidad o con detalle acerca de aquello que se convierte en el propósito de nuestro trabajo.
Aquello que surge como una simple idea, cuando es factible llevarla a la práctica, es como un bebé que nace y que con el tiempo y condiciones favorables crece y evoluciona.
De igual forma esa idea pasará por ciertos procesos hasta llegar a convertirse en un proyecto y posteriormente será parte de las actividades comunes de las organizaciones.
Fuente: Apunte Elaboración y evaluación de proyectos de la Unideg