La investigación
¿Qué es investigar y cuál su relación con el conocimiento?
La etimología del vocablo investigar podría proporcionarnos los primeros elementos para entender esta acción humana.
En su Diccionario etimológico de la lengua castellana, Joan Corominas señala lo que debe entenderse por investigación: “vocablo utilizado hacia 1440 en castellano, originado del verbo latino investigare que propiamente significa seguir la pista o las huellas”. Por su significación originaria investigación se interpreta como búsqueda, indagación, pesquisa.
Ahora bien, ¿de qué forma se ve reflejada la investigación dentro de la vida humana? La realidad nos muestra en primer término que el hombre, como lo concibe Platón a través del mito del andrógino en el Diálogo “el Banquete”, es un ser insuficiente, es decir, el ser humano es un ser que necesita de sus semejantes y de las cosas para poder vivir, por esta razón el hombre se ve obligado a buscar de qué forma y cuáles de las cosas que están ahí en la realidad pueden ayudarle a subsistir.
De lo anterior se puede señalar que, por un lado el término investigar, se relaciona con el conocimiento en el sentido de que este último es una búsqueda (investigación) por saber algo de las cosas y, por el otro, se observa que el hombre se pregunta por las cosas con una finalidad, pues como lo señala el filósofo Juan Manuel Silva Camarena, toda pregunta tiene una intención bien determinada.
Se pregunta para algo. La intención es lo que mueve a alguna cosa en atención a un fin. Las preguntas tienen una finalidad. En este sentido, se observa que el hombre, movido por su naturaleza (ser de necesidades), se pregunta (investiga o busca) por las cosas con la intención de saber de qué forma y cuáles de las cosas que son parte de su entorno le garantizan la subsistencia.
Ahora bien, esta forma de preguntar por las cosas implica la búsqueda de su utilidad, dando forma al conocimiento práctico.
Ya que en la actitud práctica es menester, por un lado, saber qué son las cosas del mundo para saber cómo comportarse frente a ellas (desde la orientación elemental de conocer la salida de una habitación hasta la apropiación de los recursos más sutiles para la supervivencia), y por el otro, se requiere saber qué puede hacerse con ellas, para atender a las necesidades.
Pero, ¿existen algunos otros razonamientos fundamentales en la vida de los hombres, además del conocimiento práctico (búsqueda de la utilidad de las cosas)? Al parecer, el hombre lleva a cabo una serie de razonamientos que le son fundamentales para su existencia, entre ellos encontramos los relacionados a la orientación en el mundo, autoconocimiento, las de carácter moral y las vocacionales.
En relación a las acciones sobre orientación en el mundo, éstas consisten en:
Averiguar qué hacemos en el mundo y cuál es nuestra situación en cada caso. Las preguntas más fundamentales tienen que ver con nuestra orientación en el mundo.
Su intención es la de situar bien nuestras vivencias y nuestras experiencias en coordenadas del aquí y el ahora. Toda experiencia es un saber que forma experiencia (hace presente el pasado), porque incluye una conciencia clara de su sentido.
Por otra parte, se observa que el hombre necesita saber quién es él y quiénes son los demás, pues no podemos vivir sin saber quien soy de una manera más o menos clara.
Las preguntas por la propia identidad (que primero se hacen en referencia a la familia, y luego en relación con grupos más amplios) definen quién es uno en los términos de la pertenencia y la exclusión de una comunidad. No se puede ser nadie.
No se puede ser como todos. Pero, y ¿el otro? El conocimiento de sí mismo conlleva al conocimiento del prójimo. Necesitamos saber quién es el otro para saber a qué atenernos, ya que en mi relación con las personas me puedo ver afectado de forma positiva o negativa.
Ahora bien, como individuos nos pasan cosas, y en la vida comunitaria siempre sucede algo; consiguientemente, siempre hay que actuar. Frente a las necesidades, frente a lo que sucede y frente a lo que nos pasa, tenemos que tomar decisiones.
En cualquier momento la interrogación ¿qué se hace en este caso? Puede expresar una inquietud mayor mediante la pregunta ¿qué debo hacer?
De este modo se presenta la interrogación de carácter moral dentro de la dimensión humana.
Finalmente, aparece la cuestión vocacional como característica esencial del comportamiento humano, la cual “consiste en la posibilidad de realizar el propio ser en un quehacer y una forma de vida fundada en un principio ético (o ethos) irrenunciable”.
Es decir, el hombre tiene la necesidad de hacer algo con su vida, ya sea dedicarse a algún oficio o profesión, el carácter ético de la vocación implica la decisión de asumir el compromiso que conlleva realizar una profesión u oficio tal y como debe ser.
Anteriormente, se ha mencionado que la investigación o conocimiento práctico busca saber la utilidad de las cosas, sin embargo “un interés principal del hombre se cifra en la tarea de averiguar de qué modo y mediante cuál acción puede conseguir un determinado efecto.
A este saber se le llama técnica o arte la cual es necesaria para lograr fines como el de supervivencia, orientación en el mundo, autoconocimiento, realización vocacional, entre otras. De esta forma el hombre hace frente a su necesidad mediante la unidad sistemática formada por tres elementos esenciales, que son el saber práctico, la acción práctica y el instrumento para la acción (medios, aparatos, máquinas, desde el más rudimentario implemento para cortar o arar el campo hasta la elaboración de complejos dispositivos tecnológicos).
Ahora abordemos una última cuestión, ¿cuál es la diferencia entre los instrumentos convencionales y los aparatos tecnológicos? Los instrumentos convencionales son herramientas, medios, aparatos y máquinas, que el hombre utiliza con la finalidad de satisfacer sus necesidades, mientras que los aparatos tecnológicos contienen una segunda intención, ya que también responden a necesidades humanas, aunque al mismo tiempo provoca o genera nuevas necesidades, en la medida en que nace y se mantiene en el marco de la comercialización de las ideas.
La tecnología en su conjunto representa un medio para producir soluciones prácticas que se venden directamente como mercancías o como instrumentos o herramientas para la producción de mercancías.
La tecnología, en este sentido, como la técnica, persigue, en su primera intención, una respuesta a las necesidades; y por medio de su segunda intención, da lugar a una mercancía.
De esta forma, queda esbozado el problema del conocimiento práctico y su finalidad, así como el asunto de la técnica y la tecnología, lo cual da pauta a plantear el tema sobre: la producción del conocimiento científico.
Fuente: Apuntes de la materia Principios y Técnicas de investigación de la FCA UNAM