Lesbianismo

El lesbianismo u homosexualidad femenina es la atracción sexual entre mujeres y ha existido siempre. Los contactos sexuales entre hembras se han observado en todas las civilizaciones y también en animales de muy distintas especies. Comparado con la homosexualidad masculina, el lesbianismo ha suscitado, desde siempre, escaso interés. Por esta razón se ha estudiado mucho menos y existen pocos datos científicamente demostrados.

Pero, también por este motivo, ha sido menos perseguido y maltratado por la sociedad. Sin duda, este fenómeno se debe al poco valor que se ha dado, por lo general, a la sexualidad femenina.

Durante muchos siglos se ha considerado que lo propio de la mujer es la maternidad, mientras que el derecho a la sexualidad se ha reservado para los hombres.

En sentido riguroso, sin embargo, no puede decirse que la sociedad sea más tolerante con la homosexualidad femenina. Lo que ocurre es que, debido a las costumbres vigentes, el contacto físico entre dos mujeres o incluso el que dos «amigas» vivan juntas pasa más desapercibido o permite a la gente no darse por enterada.

Por otra parte, también hay que tener en cuenta que las mujeres suelen ser más recatadas y menos dadas a exhibir sus relaciones en público. Por ello, a diferencia de los homosexuales masculinos, raramente tienen problemas con la ley.

Según las encuestas existentes, el lesbianismo no es tan frecuente como la homosexualidad masculina, pero todo parece indicar que, en este tipo de investigaciones, es muy posible que se produzca una infravaloración de la realidad. La encuesta Kinsey, mencionada anteriormente, arrojó unas cifras que van del 13 al 26% de mujeres estadounidenses adultas  que habían tenido alguna relación de tipo homosexual.

En cambio, las lesbianas exclusivas no pasaron del 1 al 3%. De la misma forma que algunos hombres mantienen relaciones homosexuales a pesar de estar viviendo con sus esposas, también existen mujeres casadas que se relacionan sexualmente con otras mujeres.

Al igual que ocurre en el caso de la homosexualidad masculina, no se dispone de ninguna teoría convincente acerca del origen de esta conducta. Se han propuesto numerosas hipótesis, pero se da la circunstancia de que la mayoría han sido formuladas por psiquiatras o psicólogos que, por su profesión, se dedicaban a visitar a lesbianas que consultaban por problemas emocionales.

Así, se ha hablado de relaciones anormales con los padres, de experiencias negativas en la interacción con los hombres, de actitudes masculinas desde la infancia, etc.