Lípidos y lipoides
Los lípidos son compuestos orgánicos de carbono, oxígeno e hidrógeno, y muy a menudo fósforo, azufre y nitrógeno. Tienen consistencia grasosa o aceitosa, son insolubles en el agua y solubles en disolventes orgánicos no polares como el cloroformo, éter, benceno, sulfuro de carbono y alcohol, entre otros. Los sillares de la estructura de los lípidos son los ácidos grasos.
Lipoides
Se agrupan bajo el nombre genérico de lipoides todo un conjunto de compuestos orgánicos de estructura lipídica compleja y que mantienen las propiedades físicas que presentan los lípidos. Unos son saponificables (fosfolípidos, esfingolípidos), mientras que otros son insaponificables caratinoides, esteroides).
A diferencia de las grasas neutras, los lipoides no desempeñan un papel de reserva energética, sino que su importancia estriba en otro tipo de funciones biológicas.
Los fosfolípidos están formados por una molécula de glicerina unida a uno o dos ácidos grasos, un grupo fosfato y una base orgánica; por tanto, contienen, además de C, O y H, fósforo y nitrógeno.
La porción correspondiente al ácido graso es hidrófoba y el otro extremo es hidrófilo, es decir que son lípidos polares, los principales constituyentes de la membrana celular.
Los esfingolípidos están formados por un ácido graso esfingosina (un aminoalcohol) o uno de sus derivados y un alcohol polar. Se conocen tres tipos de esfingolípidos.
Los más abundantes son las esfingomielinas, que contienen fósforo y se encuentran en la , , mayoría de las membranas de las células animales, en especial las nerviosas.
Los cerebrósidos y los gangliósidos son glucolípidos, es decir lípidos con grupos azúcar, que forman parte de las membranas de las células nerviosas, desempeñando un papel importante en la transmisión química de los impulsos desde una célula nerviosa a la siguiente.
Los carotinoides están formados por cadenas lineales de isopreno, un carbohidrato de cinco átomos de carbono, y constituyen diversos pigmentos animales y vegetales como el caroteno y la xantofila. En los vegetales se presentan asociados a la clorofila.
Los esteroides tampoco contienen ácidos grasos, lo que hace que sean insaponificables.
Están formados por cadenas de isopreno dispuestas de tal forma que constituyen un compuesto cíclico de cuatro anillos entrelazados, como el colesterol, que junto con sus ésteres con ácidos grasos es un componente importante de las lipoproteínas del plasma y de la membrana celular externa de los mamíferos. También son esteroides los ácidos biliares, muchas hormonas y la ergosterina presente en los hongos.
Las lipoproteínas son lípidos asociados con proteínas específicas, mezclándose las propiedades de los lípidos y de las proteínas. Su importancia estriba en el papel que desempeñan en ciertas membranas celulares, en las mitocondrias y retículo endoplasmátíco.