Literatura en el diseño gráfico contemporáneo
La dificultad de una definición suficiente y analítica de la literatura radica en la imposibilidad de un consenso histórico del término y de su estudio.
Mientras los diccionarios apuntan a definir como una ciencia a la literatura a través del uso del habla; en los estudios literarios, se debaten por definir qué es lo literario, y qué es lo no literario, para posteriormente hacer de esa selección de textos o de obras, su objeto de estudio.
Esto se debe a que sincrónicamente, la palabra literatura está en un continuo evolucionar. Y lo que no se consideraba antes parte de la literatura; ahora, más que nunca, se le considera pieza indiscutible para conformar el corpus literario. Y recíprocamente.
La palabra literatura viene del latín «litterae», y es posiblemente un calco griego de «grammatikee«. En latín, litterae significaba una instrucción o un conjunto de saberes o habilidades de escribir y leer bien, y se la relacionaba con el arte de la gramática, la retórica y la poética.
En el siglo XVII, se designaba lo que hoy denominamos “literatura” por medio de la palabra poesía y elocuencia.
Durante el Siglo de Oro español, por poesía se entendía cualquier invención literaria, no necesariamente en verso, perteneciente a cualquier género literario (§ A. S.). A comienzo del siglo XVIII, se comenzó a emplear la palabra literatura, para referirse a un conjunto de actividades en las cuales el objeto era la literatura.
A mediados del siglo XVIII Lessing, publica Briefe die neueste Literatur betreffend, donde aparece literatura como un conjunto de obras literarias. A finales del siglo XVIII, el término literatura se enfoca en la cualidad estética de las obras literarias.
Este concepto se puede encontrar en la obra de Marmontel, Eléments de littérature (1787), y en la obra de Mme. De Staël,
De la littérature considéré dans seapports avec les institutions sociales (§ A.S.).
En Inglaterra, en el siglo XVIII (§ E.T), la literatura no sólo se refería a los escritos de carácter creativo e imaginativo si no que abarcaba el conjunto de escritos producidos por las clases instruidas: cabía desde la filosofía, pasando por los ensayos, las cartas y la poesía.
En la Inglaterra del siglo XVIII, la novela tenía mala reputación, y se le cuestionaba si debía pertenecer a la literatura. Por eso Eagleton sugiere que los criterios para definir el corpus literario en la Inglaterra del siglo XVII eran ideológicos, circunscritos a los valores y a “los gustos” de una clase instruida.
No se admitían las baladas callejeras ni los romances, ni las obras dramáticas ( Una introducción a la teoría literaria, 29). En las últimas décadas del siglo XVIII apareció una nueva demarcación deldiscurso de la sociedad inglesa. Eagleton nos cuenta que surge la palabra poesía como un concepto de la creatividad humana en oposición a la ideología utilitaria del inicio de la era industrial.
Tal definición la encontramos en la obra Defensa of poetry (1821) de
Shelley. En el romanticismo de la Inglaterra, el término literatura era ideario a sinónimos como visionario o de inventivo. Pero no dejaba de tener tintes ideológicos, como en el caso de Blake y Shelley, que se transformó en ideario político, cuya misión era transformar la sociedad mediante los valores que encarnaban en el arte.
En cuanto a los escritos en prosa, no tenían la suficiente fuerza o el arraigo que los de la poesía, más bien tenían un significado peyorativo como vulgar, o carente de inspiración (§ E. T.)
Fuente: Apuntes de Diseño contemporáneo de la U de Londres.