Logotipo como icono del nombre
El nombre de marca o empresa necesita ser visualizado, puesto que deberá ser propagado en su totalidad por los medios de comunicación disponibles y por los principales sistemas de transmisión visuales, sonoros, audiovisuales. Estos canales de transmisión corresponden a los principales medios de aprehensión del receptor humano: los sentidos de la vista y del oído.
El nombre, pues, es sustancia verbal, de donde deviene también la sustancia visual al adquirir una forma particular, esto es, un modelo prototípico que se haya compenetrado perceptualmente con aquello que designa. El logotipo, en tanto transposición visual de un sonido lingüístico, posee un doble carácter:
– Es elemento semántico (significativo), enunciar gráficamente los códigos de escritura recíprocamente decodíficable por el receptor, esto es legible.
– Es elemento gráfico, estético, reconocible y memorizable por su imagen aracterística, esto es visible.
Todos los elementos del sistema: Logotipo, símbolo y gama cromática son equivalentes del nombre, por lo que deberá existir una coherencia total entre los distintos elementos del sistema, lo mismo en el sentido de una lógica formal que en el de su contenido psicológico.
Condiciones verbales del nombre y su correlación visual
Brevedad – Simplicidad
Eufonía – Estética
Pronunciabilidad – Legibilidad
Recordación – Visualidad
Sugestión – Fascinación