Macroeconomía y administración
La relación entre la macroeconomía y la administración se basa fundamentalmente en que ambas se orientan a la optimización de los factores para lograr el objetivo que se planteó en un principio.
Ambas deben aplicar el proceso administrativo para lograr este objetivo. En el caso de la administración, ésta optimizará el uso del trabajo y del capital.
Los agentes económicos que integran a la economía en su conjunto (familia, empresa, gobierno y el sector externo) llevan a cabo la planeación de cómo
utilizar sus recursos para satisfacer sus necesidades y a su vez optimizar estos recursos.
Por ejemplo, la empresa primero identifica las necesidades de la población, por lo que utiliza la primera pregunta que se hace la economía: ¿Qué producir?; si estas necesidades no son cubiertas por el gobierno, planeará la forma de cubrirlas con base en los siguientes cuestionamientos: ¿Cómo, cuánto y para quién producir?
En la etapa de organización, en la que se lleva a cabo la distribución de actividades y las acciones por realizar para lograr el objetivo planteado, la empresa “M” se preguntará cómo va a lograrlo; esto lo hará con base en las diferentes acciones y actividades por realizar, en este caso satisfaciendo las necesidades de “Z” y “W”; es importante aclarar que las acciones y actividades por realizar se llevarán a cabo por medio del trabajo, que se divide con base en las funciones que debe realizar cada individuo (dirección).
Por último, en el control se revisa el grado de avance logrado, con base en los presupuestos, costos, materia prima, hasta lograr el objetivo.
El ejemplo anterior nos muestra la relación que tiene la administración con uno de los agentes económicos (empresa), pero el proceso administrativo también es utilizado por los demás factores.
La intervención de la macroeconomía en la administración proporciona la información acerca del comportamiento de las diversas variables económicas para poder realizar una correcta planeación y presupuestación; a su vez esta información es analizada con detalle por cada empresa para llevar a cabo la toma de decisiones, que si es mala puede ocasionar que a la empresa quiebre.
Por ejemplo, un aumento constante de la inflación afecta la compra de insumos y de materia prima, al mismo tiempo que eleva los costos que se ven manifestados en un aumento de precios que afectan, primeramente, al ingreso de las familias o del individuo porque si éste no puede comprar la mercancía al precio en que la ofertan el demandante tiene dos opciones:
a) busca un producto similar o sustituto a menor precio.
b) no lo compra.
Todo lo anterior se ve reflejado en la disminución del ingreso obtenida por la empresa. Si el ingreso de la empresa se ve disminuido, la empresa no podrá disponer parte de ese ingreso al gasto de inversión (por ejemplo, compra de maquinaria, equipo); ello se verá reflejado en las empresas en su conjunto, en las familias y en el comercio con el exterior, afectando directamente al PIB, pues sus niveles disminuyen.
El problema es que cuando una o varias variables macroeconómicas, tanto en el nivel nacional como en el internacional (recordemos que México depende del comportamiento de las variables macroeconómicas de Estados Unidos) salen de “curso normal” afectan a toda la economía en su conjunto.
Fuente: Apuntes de Macroeconomía de la FCA de la UNAM