Medidas del rendimiento de un computador
Cuando se quieren comparar diferentes procesadores es necesario establecer el criterio de medida que permita cuantificar los resultados de la comparación.
En este sentido existen dos extremos que aclarar previamente: la unidad de medida y el patrón de medida. El primero se refiere a la métrica utilizada para cuantificar la comparación. Y el segundo al objetivo mismo de la comparación.
El tiempo es la unidad de medida por excelencia cuando se comparan varios procesadores, aunque no siempre coincidan los puntos de vista de los diferentes observadores.
Así, el usuario de un procesador puede decir que el procesador A es mejor que el procesador B cuando A ejecuta su programa en menor tiempo que B. En cambio el responsable de un centro de cálculo entenderá que A es mejor que B si es capaz de ejecutar mayor número de trabajos por unidad de tiempo.
El primero estará interesado en el tiempo de respuesta (response time) del procesador mientras que el segundo lo estará en la productividad (throughput).
Pero en ambos casos la clave es el tiempo: el procesador que realiza la misma cantidad de trabajo en el menor tiempo posible será el más rápido, la diferencia estriba en si medimos una tarea (tiempo de respuesta) o muchas (productividad).
El patrón de medida más significativo es el conjunto de programas reales que se ejecutan en los procesadores. Sin embargo aquí surge de nuevo y con más intensidad la diversidad de puntos de vista. En efecto, el usuario de un editor de texto querrá medir el rendimiento de un procesador respecto a la eficiencia para ejecutar su programa, que posiblemente no coincida con el punto de vista del usuario de un programa de diseño gráfico.
Fijar de la forma más objetiva posible los patrones o programas respecto a los cuales se mida el rendimiento de un procesador será pues una tarea polémica y siempre cuestionada por la comunidad de interesados en los resultados de la medida.
Fuente: Estructura de Computadores, Facultad de Informática, UCM