Metales en envases
Los metales más usados son el acero inoxidable, la hojalata (lámina de acero recubierta de estaño por ambos lados), el aluminio y el cromo.
Ventajas
– Versatilidad en su diseño. Se pueden producir desde pequeñas bolsitas de aluminio para 4 g de crema en polvo hasta gigantezcos tanques de acero de 100 000 litros de capacidad. Ningún otro material, con excepción del policarbonato, iguala la resistencia estructural del acero para construir grandes contenedores.
– Alta resistencia al impacto y al fuego. Ofrece el más alto grado de seguridad y el más alto nivel de vida de anaquel. Resiste las temperaturas de alto proceso para la esterilización de los alimentos dentro de su envase. Buena termoconductividad.
– Alta barrera contra los rayos ultravioleta de la luz que degrada los alimentos grasos. La luz es un podersoso agresor que también degrada las vitaminas de los alimentos.
– Fuerte barrera a gases y grasas.
– Inerte si se le aplica adecuadamente un recubrimiento interior que aislé a la perfección el metal del producto contenido.
– Anclaje eficiente para recibir tintas de impresión y etiquetas engomadas.
– Bajo peso en el aluminio y facilidad de laminación. Altamente maleable.
Desventajas del acero
– Reacción química del acero a la humedad y a ácidos con la consecuencia natural de la oxidación, corrosión y contaminación. (El problema se resuelve, como se ha comentado, con la aplicación de un barniz aislante).
– Alto peso.
– La lámina de acero estañada es de importación.
Los envases metálicos se utilizan y recomiendan para infinidad de usos como pueden ser para contener, proteger y transportar productos alimenticios, bebidas, productos farmacéuticos y cosméticos, productos ferreteros como lacas, esmaltes, barnices, ceras y pinturas, productos automotrices como lubricantes, gasolinas y aditivos; insecticidas, plaguicidas, grasas para calzado, etc.
Fuente: Materia de Diseño de Envases y Embalajes de la Universidad de Londres