Métodos para el seguimiento de las recomendaciones en la auditoria interna
Hay varias formas de implantar las recomendaciones y cada una responde al problema que se trate, o del grado de complejidad de las mejoras propuestas. Siendo los métodos más utilizados:
– El método instantáneo: es aplicable cuando las recomendaciones son relativamente sencillas y no involucran un gran número de operaciones o una cantidad considerable de unidades administrativas. Es el más aconsejable y de mayor aceptación práctica.
– El método del proyecto piloto: se realiza un ensayo de las recomendaciones en solo una parte de la entidad o de un sistema, para medir su funcionamiento, sólo es posible si existe similitud en las condiciones que prevalecen en la entidad o en el sistema como un todo.
– El método de implantación en paralelo: consiste en la operación simultánea, por un periodo determinado, tanto del sistema actual como del que se va a implantar, permitiendo efectuar modificaciones y ajustes sin crear graves problemas, para que los cambios funcionen normalmente antes de suspender la operación anterior.
– El método de implantación parcial o de aproximaciones sucesivas: consiste en seccionar en etapas la implantación del nuevo sistema, pasando de etapa en etapa una vez consolidada la anterior, no causa grandes alteraciones al sistema ya que como vemos el cambio es gradual y controlado. Este método es lento.
Es interesante el planteamiento que se nos señala en cuanto a los sistemas computarizados, ya que esta metodología nos recomienda realizar pruebas de los programas que reproduzcan todas las transacciones y controles que se hayan diseñado, para validar su correcto funcionamiento:
– Se deben elaborar y revisar los informes de avances y seguimiento conjuntamente con el cliente, vigilando la ruta crítica, para cumplir con las fechas de terminación establecidas.
– Los informes deben contener los resultados de las medidas adoptadas para verificar las bondades de las recomendaciones.
– Evaluar la eficacia de las mejoras introducidas, aplicando en su caso las medidas correctivas necesarias, previa aprobación del cliente.
Como tercera etapa de esta fase tendremos la evaluación, donde deberemos:
Medir y registrar las variables previamente establecidas en las dos etapas anteriores, una vez puesta en marcha la nueva operación.
– Asegurarnos del cumplimiento de los objetivos y resultados esperados para implantar el proyecto.
– Emitir un informe de seguimiento que incluya los hallazgos u observaciones atendidas o solucionadas, así como las que están en ese proceso y las acciones o respuestas poco satisfactorias.
– Será la administración la responsable de tomar las acciones correctivas de todo lo reportado en nuestra Auditoría.
Fuente: Apuntes de Auditoria Interna de la FCA de la UNAM