Morfología del recién nacido
1) Somatometría: Son las medidas del recién nacido. El 95% de los niños nacidos suelen ser normales. El peso medio es de 3.300 gramos; la normalidad va desde 2.500 a 4.500 gramos.
En el peso incide la constitución corporal de los padres, la alimentación de la madre, el estilo de vida, la raza, el clima.
Todos los recién nacidos pierden peso en los días siguientes a su nacimiento por eliminación de líquidos (pulmonar, orina y meconio), y por limitada ingesta de alimentos (mientras sube la leche).
No obstante, a partir del quinto día desde el nacimiento el peso empieza a subir para al décimo día pesar aproximadamente igual que al nacimiento.
La talla media es de 50 cm siendo la normalidad de 46 a 55 cm influenciado también por factores sobre todo genéticos, de sexo y de raza.
Los perímetros, sobre todo el cefálico oscila entre 32 y 36 cm, 2 o 3 más que el torácico (31-35). Cuando es menor hay microcefalia y puede indicar patología prenatal (como R.N. pretérmino o CIR), y cuando son mayores hay que sospechar hidrocefalia (acúmulo de líquido).
2) Piel: Es delgada y suave. Al nacimiento y las primeras 24 horas el color es rojizo intenso, cuando la inestabilidad vasomotora se regulariza el tono se vuelve más rosado (al día siguiente de nacer).
Al nacimiento, la piel está cubierta por una grasa que se llama vérnix caseosa. Es una mezcla oleosa, parecida a la mantequilla, de color blanquecino, que procede de células epiteliales que se descaman durante la gestación y de glándulas sebáceas.
Es más abundante en los pliegues cutáneos, en las axilas, etc. Protege de infecciones nosocomiales y actúa también conservando la temperatura del R.N. No se debe retirar, a los pocos días (2 o 3) es reabsorbido por la piel hidratándola.
También hay un vello suave y fino, el lanugo fetal, que también desaparece en las primeras semanas de vida. Está por todo el cuerpo, sobre todo en hombros y espalda y a veces en sienes y mejillas (cara).
El millium facial es un punteado blanquecino en la nariz, frente, mejillas y mentón. Este es una acumulación o retención sebácea que también desaparece a las pocas semanas.
El exantema toxoalérgico del recién nacido es una erupción en forma de máculas rojizas con mancha central sobreelevada blanquecina o amarillenta que se da sobre todo en el tronco.
No se sabe porqué se produce, se cree que es por el paso de hormonas desde la madre al feto. Aparece el segundo día y desaparece al cabo de una semana, generalmente.
La mancha azulosa o mongólica se puede encontrar en la región lumbosacra y glútea, y desaparece en el primer año de vida. Se da más en el recién nacido de raza mediterránea.
Malformaciones vasculares planas hemangiomas o nevos, son arañas vasculares rosadas cuando son planas, y de color más fuerte cuando están sobreelevadas.
Aparecen en la nuca, en los párpados y en la nariz. Cuando aparecen en la nuca se les llama pico de cigüeña. Desaparecen con los años, pero las de la nuca persisten más tiempo.
Acrocianosis: debido a la inestabilidad vasomotora, podemos encontrar piel azulada pálida en manos y pies del recién nacido. No tiene un significado patológico.
Piel marmorata: son círculos violáceos que aparecen en la piel cuando al niño se le somete a bajas temperaturas.
Síndrome o discromía de Arlequín, es la coloración de la mitad del cuerpo normal y la contralateral más pálida. Obedece a la inestabilidad vasomotora, de manera que es un fenómeno vasomotor de tipo vagal. Es poco frecuente.
3) Cabeza: Al pasar el canal del parto, los huesos de la cabeza se acabalgan, los parietales sobre el frontal, y los parietales sobre el occipital.
Existen líneas de tejido membranoso cartilaginoso entre los distitos hueso de la cabeza a las que se les llama suturas. Estas suturas forman la fontanella bregmática (2,5-4cm), con forma de rombo, que está delimitada por el frontal y los parietales, y la lamboidea (0,5-1cm), con forma de triángulo y que está delimitada por el occipital y los parietales.
La lamboidea cierra en el primer trimestre de vida, y la bregmática entre los 9 y 18 meses de vida. Si el niño está deshidratado la fontanella bregmática pierde tensión y se observa hundida. Si está abultada puede ser signo de hipertensión craneal, meningitis o hemorragia cerebral.
Hay dos tipos de lesiones que son frecuentes al nacimiento:
Caput succedaneum: protuberancia edematosa del tejido blando del cuero cabelludo del recién nacido. Se puede generalizar en la cabeza, no se circunscribe a un solo hueso y desaparece a los pocos días. También se le llama tumor de parto y no necesita tratamiento. Se produce por la presión mantenida de la presentación sobre el cuello uterino de la mujer. Es una masa no fluctuante.
Cefalohematoma: es una hemorragia de sangre subperióstica. A diferencia de la anterior, esta lesión si se circunscribe a un solo hueso.
Aunque al principio parezca pequeño en los días siguientes puede adquirir grandes dimensiones. Se diferencia de la anterior porque cuando se toca puede fluctuar y crepita.
Se reabsorbe más lentamente que la anterior, en semanas, e incluso en meses. Normalmente no requiere tratamiento. La complicación más grave es anemia producida por pérdida de sangre que puede llegar a provocar ictericia por la destrucción de hematíes.
En zonas donde hay muchos mosquitos se advierte para que protejan la cabeza a los recién nacidos, ya que la picadura podría infectar esa colección sanguínea. Es una masa fluctuante.
Ojos: El recién nacido suele nacer con los ojos cerrados y los párpados hinchados (es el edema palpebral). En casi todos los recién nacidos la hinchazón desaparece en unos días.
Cuando se le balancea lo normal es que abra los ojos. Es normal el estrabismo del recién nacido en ambos ojos así como el nistagmo o movimientos rápidos de los globos oculares.
La esclerótica debe ser blanca, sin opacidad. A veces en la conjuntiva podemos encontrar algunas manchas hemorrágicas que son petequías debidas al traumatismo o presión durante el trabajo del parto.
Está presente el reflejo corneal que es la oclusión de los párpados cuando se toca la conjuntiva. La emisión de lágrimas es escasa o casi nula.
A veces se obstruye el saco lagrimal (por infección u otra causa) y se le llama dacriocistitis. Tienen pliegues en los ojos que se les llaman epicánticos que confieren a los recién nacidos rasgos parecidos a los orientales.
Oreja / Oído: El extremo superior de la oreja debe coincidir en línea recta con el ángulo del ojo. Implantaciones de la oreja más altas o más bajas pueden ser indicativas de malformaciones.
Se debe valorar también el conducto auditivo externo; a veces aparecen apéndices cutáneos preauriculares que pueden asociarse a veces a malformaciones renales.
Se pueden eliminar quirúrgicamente. Está presente el reflejo cócleopalpebral: cierre de los párpados provocado por un ruido brusco cercano.
Nariz: Es plana, achatada y pequeña. Elimina una secreción acuosa normal. Existe el estornudo fisiológico del recién nacido.
Constituye un problema la ausencia bilateral de permeabilidad en las coanas. Si la imperforación es de un sólo orificio, puede pasar desapercibido (para comprobar la permeabilidad se introduce una sonda por ambos orificios).
Boca: Ha de tener un paladar curvo. Los labios suelen ser gruesos, preparados para la succión; hay un engrosamiento o callo de succión en la parte media del labio superior.
Pueden aparecer dientes incisivos congénitos (1/1200 nacimientos); lo mejor es extraerlos para que al caer no provoquen asfixia.
En el paladar duro pueden aparecer enquistamientos o perlas de Epstein que son induraciones epiteliales que desaparecen a las pocas semanas.
Se debe distinguir e identificar la infección micótica (cándida albicans), llamada muguet que aparece en la lengua, paladar y parte interna de las mejillas de los coágulos de la leche materna.
Esta infección se trata con soluciones bicarbonatadas y antimicóticos.
4) El cuello suele ser corto y grueso con los pliegues normales. El exceso de piel, puede poner en sospecha de un síndrome malformativo, como el síndrome de Down.
Debemos buscar lesiones del esternocleidomastoideo, fracturas de clavícula o tortículis congénitas como consecuencia de una escasez de líquido amniótico.
5) Tórax: Los diámetros anteroposterior y transversal son similares. Es un tórax cilíndrico y con poco desarrollo muscular.
Encontramos dos mamilas, si son más de dos se llaman supernumerarias y precisan intervención quirúrgica. Es normal la tumefacción mamaria del recién nacido, que obedece al paso de estrógenos maternos.
No se debe apretar sino que irá desapareciendo en pocas semanas.
6) Abdomen: El cordón umbilical está pinzado. El abdomen suele estar distendido, sobrepasa su límite en detrimento de la caja torácica.
Es normal una diastasis de los rectos abdominales e incluso hernias umbilicales por falta de tono muscular. Aproximadamente 2 centímetros por debajo de los rebordes costales se puede palpar el hígado y el bazo, a veces incluso los riñones.
Hay que descartar la presencia de tumoraciones sospechosas.
7) Genitales: Los de una niña están edematosos y tienen la prominencia del clítoris y de las ninfas sobre los labios mayores.
En los pliegues del introito vaginal podemos encontrar el vérnix caseosa, además también una secreción blanquecina que obedece al paso de estrógenos maternos. Incluso puede haber una pseudomenstruación.
Exploraremos las diversas partes. Los de un niño, también los exploramos, el pene suele medir entre 3 y 4 cm, si mide menos de 1 cm hay que sospechar problemas endocrinos.
El escroto suele estar rugoso y pigmentado. Los testículos pueden aparecer hinchados por hidrocele, además pueden estar en la bolsa escrotal o en la zona inguinal cuando no han descendido (es la criptorquidia).
8) Columna vertebral: debe ser palpada de arriba abajo para comprobar que no existen desviaciones ni anormalidades. Pueden aparecer mechones de pelo a nivel de la columna que carecen de importancia, excepto cuando hay una fístula que comunica la piel con la médula espinal.
9) Extremidades: es braquitipo, tiene las extremidades cortas en relación con el resto del cuerpo. Debemos valorar la existencia de traumatismos que hayan podido ocurrir en el trabajo del parto (fracturas de fémur, de húmero).
Algunos bebés nacen con los dedos solapados, es la sindactilia. Si nace con más de 5 dedos se le llama polidactilia, cuando los dedos están curvos se le llama clinodactilia.
La observación de las extremidades inferiores se hace buscando algo que es frecuente sobre todo en niñas que es la subluxación o luxación congénita de cadera o displasia de cadera, la cabeza del fémur se sale del coxis provocando una inestabilidad coxofemoral.
Puede ser congénita o aparecer en los primeros meses de vida. Las causas son multifactoriales y se observa con mayor frecuencia en la cadera izquierda, en niñas, en el primer parto y en presentaciones de nalgas.
Es importante detectarlo precozmente para poner tratamiento ortopédico corrector (tiene un 90% de éxito). Para detectar este problema usamos las maniobras de Ortolani y Barlow.
Para realizar estas maniobras se situa al bebé en decubito supino de manera que una de las manos del explorador estabiliza la pelvis y la otra sujeta la cadera que se debe explorar con el pulgar en la ingle, y el índice o el corazón sobre el trocánter mayor (el saliente mas prominente del fémur por detrás).
El signo de Barlow consiste en flexionar la cadera 90º y se aduce (se aproxima hacia la línea media) mientras se ejerce una fuerza suave hacia fuera con el pulgar. Durante la aducción puede sentirse la luxación de la cadera (signo de Barlow positivo).
En la maniobra de reducción de Ortolani se abduce (se separa de la línea media) la cadera, elevándola con suavidad.
Puede sentirse la recolocación de la cabeza femoral luxada (lo que se ha dado en llamar un chasquido que en realidad no se oye: maniobra de Ortolani positiva). Nos puede poner en sospecha de la displasia de cadera la
asimetría en los pliegues de los glúteos y muslos o a nivel de las rodillas (es el signo de Galleazi positivo).
Fuente: Apuntes y notas de enfermería materno infantil del Conalep