Murciélago
Murciélago, nombre común que se aplica al único mamífero que es capaz de realizar un vuelo verdadero gracias al batir de sus alas (otros mamíferos planean, pero no vuelan). Hay unas 1000 especies vivas de murciélagos, casi una cuarta parte de todas las especies de mamíferos. Los murciélagos se agrupan en dos subórdenes: los murciélagos grandes o megamurciélagos, y los murciélagos pequeños o micromurciélagos.
Los primeros se alimentan de frutas y otras substancias vegetales (murciélagos frugívoros) y se distribuyen en hábitats tropicales de África, India y Australasia. Los micromurciélagos, en cambio, comen una amplia variedad de alimentos, en especial insectos, y tienen una distribución más amplia.
La principal adaptación esquelética de este orden de mamíferos es un pronunciado alargamiento del quiridio, especialmente en sus huesos más separados de la línea media.
El radio es largo y la ulna reducida y está fusionada con éste, y el húmero es también muy largo y con una cabeza grande, articulada con la escápula de una forma especial, pues los movimientos de vuelo se dan sobre todo a nivel del hombro, permaneciendo rígido el resto de la extremidad; el codo tan sólo permite movimientos de flexión-extensión y el carpo realiza la flexión-extensión y el despliegue de los dedos.
El primer dedo es robusto y externo al ala y siempre esta provisto de uña (en el caso de los megaquirópteros también el segundo dedo); el resto de metacarpianos y falanges proximales están especialmente alargados para sostener el patagio, con las falanges distales relativamente cortas. Las extremidades posteriores son débiles y cuentan con cinco dedos provistos de uñas, que utilizan para colgarse sin necesidad de contracción muscular.
Su cabeza difiere considerablemente de una especie a otra. La cabeza de muchos murciélagos recuerda la de otros animales como pueden ser los ratones, pero tienen estructuras diferenciales en los quirópteros. Muchos tienen láminas nasales u otras estructuras en la cara, que sirven para emitir o potenciar los ultrasonidos.
Las orejas, que en muchas especies son de gran tamaño, a menudo están dotadas de surcos o arrugas, además del trago, un lóbulo de piel que mejora su capacidad de ecolocación.
Tienen alas mucho más delgadas que las de las aves, pueden maniobrar de una manera más rápida y precisa, aunque también son más delicadas y se rasgan con facilidad; sin embargo, el tejido de la membrana se repone en poco tiempo, por lo que estos pequeños rasgones pueden curarse con rapidez.