Operatividad
1. Se logra el acuerdo entre los dos grupos para trabajar directamente en la mejora de las relaciones mutuas.
2. Cada grupo enumera por escrito sus percepciones sobre el otro grupo y el propio.
3. Los dos grupos se reúnen formalmente y un representante de cada uno de ellos presenta las percepciones anotadas durante la etapa anterior. En ésta, sólo pueden hablar dos representantes, ya que el objetivo fundamental es asegurar que las percepciones y actitudes se presenten lo más exactamente posible y evitar la actitud defensiva y la hostilidad que puede surgir si se permite que los dos grupos hablasen sin restricciones el uno al otro.
4. Los dos grupos se separan, cada uno de ellos con cuatro juegos de documentos: dos que representan las percepciones que tiene un grupo de sí mismo y del otro, y otros dos que contienen las percepciones del segundo grupo sobre sí mismo y el primero. En este punto se ponen de manifiesto un gran número de discrepancias, malentendidos y percepciones erróneas entre ellos.
5. La tarea del grupo (casi siempre con la ayuda de un observador de procesos la tercera parte), consiste en analizar y examinar las razones de las discrepancias. Dicho de otro modo, el observador se esfuerza para que el grupo se esfuerce para comprender el motivo porqué el otro grupo ha llegado a la percepción que tiene.
Por ejemplo: «¿Cuáles son las acciones de su parte en que basan ese conjunto de percepciones? ¿Cómo llegaron a ellas? Por lo tanto, es necesario hacer hincapié en la resolución de problemas en lugar de insistir en una actitud defensiva.
6. Los dos grupos deben reunirse de nuevo para compartir tanto las discrepancias que se han identificado como el análisis de las razones de ellas. En este paso se debe concentrar la atención en el comportamiento que fundamenta las percepciones. Al llegar a este punto, pueden hablar los representantes formales o hacerlo directamente los grupos.
7. Si intervienen sólo los representantes formales, la etapa siguiente debe permitir una discusión más abierta entre. los dos grupos con el fin de reducir las percepciones erróneas y aumenta la armonía entre ambos.
Blake y otros autores describen una versión más completa y más formal de ese enfoque. Además, reportan excelentes resultados en lo que se refiere a conseguir que grupos antagónicos como los sindicatos y los industriales incrementen su cooperación, lo cual reduce considerablemente la lucha entre ellos.
Un caso reciente en México es el de la empresa DASA, Derivados Acrílicos, S.A., perteneciente al grupo CYDSA, de la ciudad de San Luis Potosí, en donde sindicato y administradores, canalizan sus esfuerzos hacia un mejor desarrollo de la organización, lo cual se ha reflejado en importantes resultados positivos.
Fuente: Apunte de Desarrollo Organizacional de la UNIDEG