Oxidación de los ácidos grasos y ciclo de la urea
Oxidación de los ácidos grasos: Los lípidos atraviesan la membrana celular bajo forma de glicerina y ácidos grasos representando estos últimos el 95% del total de la energía biológicamente disponible a partir de las grasas. Junto con los glúcidos, la oxidación de los ácidos grasos tiene lugar, a través del ciclo de Krebs, en las mitocondrias, donde son activados porla CoA, que se une a los grupos carboxilo. A continuación se producen dos reacciones de deshidrogenación que dan lugar a la formación un compuesto cetónico.
La fijación de una nueva molécula de CoA a dicho compuesto provoca la formación de un ácido graso activado con dos carbonos menos que el inicial ya la liberación de una molécula de acetil-CoA que se incorpora al ciclo de Krebs. Este proceso va repitiendo sucesivas hasta la oxidación total del ácido graso. Los hidrogeniones desprendidos son recogidos por la cadena de transporte electrónico, a la que se haya acoplada la fosforilación oxidativa del ADP a ATP.
Ciclo de la urea
La función principal de los aminoácidos que llegan a la célula precedentes de la degradación de las proteínas consiste en la biosíntesis de nuevas proteínas, pero si se acumulan en exceso pueden ser oxidados para producir energía metabólica, parcialmente por la ruta del ciclo de Krebs, pero pasando por la formación de urea o de ácido úrico, según se trate de animales ureotélicos o uricotélicos, respectivamente. El primer paso es la desaminación de los aminoácidos.
Éstos desprendiéndose del radical NH2, quedan transformados en cetoácidos que se oxidan a CO2 y H2O con liberación de ATP por la ruta del ciclo de Krebs. La desaminación tiene lugar en el hígado y da como producto de desecho el amoníaco, que debe ser eliminado por ser tóxico para el organismo.
Salvo los animales acuáticos que eliminan el amoníaco de forma directa, el resto de los animales tienen que eliminarlo bajo forma de urea (mamíferos y anfibios) o de ácido úrico (insectos, reptiles, aves, etc.), no tóxicos, El CO2 y el NH3 que van a parar a la sangre forman con el agua carbonato amónico, que el hígado se encarga de descomponer en urea y agua que son excretados por la orina.
Los ácidos nucleicos son también catabolizados tras desdoblarse en pentosas, grupos fosfato y bases nitrogenadas. Las primeras siguen la ruta de los glúcidos o intervienen en la biosíntesis de nuevos nucleótidos.
Los grupos fosfato pueden ser eliminados en la orina o utilizados en la síntesis de ATP y de mononucleótidos. Las bases nitrogenadas son catabolizadas a amoniaco y urea o a ácido úrico, según se trate de bases pirimidicas o púricas, respectivamente.