Parasitismo, simbiosis y otras asociaciones
La simbiosis es la asociación o relación entre individuos de distintas especies, de la que resulta un beneficio para ellos. Cada uno de los componentes de la simbiosis recibe el nombre de simbionte. Un ejemplo conocido es el de los líquenes, asociación en que participan un hongo y un alga con tal grado de compenetración que ninguno puede vivir por separado. El alga autótrofa, se encarga del alimento, y el hongo, incapaz de sintetizar los hidratos de carbono, suministra agua y los nutrientes.
Otra simbiosis vegetal son las micorrizas, donde un hongo se asocia a las raíces de una planta, por ejemplo un pino, un haya o un helecho, incrementando su absorción y obteniendo por su parte nutrientes, que el mismo no puede fabricar.
Hay también simbiosis entre plantas y animales, en especial en el medio acuático, por ejemplo entre algas y foraminíferos, actinias, medusas o moluscos, como la Tridacna. Enlos vertebrados la simbiosis se extiende con baćterias y protozoos, conocida como flora intestinal; los microorganismos transforman la celulosa en materia asimilable que, salvo una pequeña cantidad que él consume, queda a disposición del vertebrado.
El comensalismo es una derivación de la simbiosis en que el beneficio trófico es sólo para una especie aunque la otra no resulta perjudicada. La primera se aprovecha de los restos de comida de la segunda, sin que esta obtenga ventaja a cambio.
Las esponjas, por su estructura de cavidades más o menos tortuosas, contienen numerosos invertebrados comensales, y esto sucede en general con los animales filtradores; en las laminillas de un aparato de filtración se fijan organismos pequeños que aprovechan la gran cantidad de nutrientes que pasan por allí.
EL inquilinismo es una forma especial de comensalismo en la que el recurso es el espacio. Un caso conocido es el del pez Fierasfer acus, que se aloja en el intestino de las holoturias y sale sólo al buscar alimento. Otros peces viven en las cavidades de las esponjas.
La foresía es la relación entre especies muy dispares en tamaño, y una de ellas usa a la otra como medio de transpone. Las rémoras que se adhieren a la piel del tiburón son un ejemplo, lo mismo que los insectos sujetos al pelaje de los mamíferos.
El mutualismo es cuando dos especies aprovechan un mismo recurso o cuando la actividad de una beneficia a la otra. Las garcillas bueyeras comen los parásitos de la piel de vacas, búfalos o ñus, con lo cual éstos se benefician de la actividad trófica de las aves. Los peces limpiadores eliminan restos de comida de los dientes de especies mayores, liberándolos de un posible foco de infecciones.
El parasitismo es una relación en que el beneficio es para una especie y esto resulta perjudicial a la otra. El parasitismo es una forma extrema de depredación en que el depredador se ha especializado a tal forma que no mata a su presa, sino que se alimenta de ella durante toda su vida.
Por su evolución, tanto el parásito como su huésped experimentan adaptaciones mutuas hasta el punto que aquellos se han vuelto exclusivos. Los parásitos son externos (ectoparásitos) o internos (endoparásitos) estos últimos disponen de órganos especiales de fijación, ya sean ventosas o garfios.
Casi todos los animales tienen parásitos, incluso vertebrados, como el pez sudamericano llamado chupa o candirú que entra en la cavidad branquial de otros peces y se alimenta con su sangre.
También los murciélagos hematófagos, los vampiros, se alimentan de sangre, visitan a su presa con frecuencia pero sin llegar a matarla.