Partes de una redacción
1. Búsqueda e inventiva. El primer paso, al hacer una redacción, es la búsqueda e invención de las -materias relacionadas con el tema propuesto. Cuando tengamos que redactar sin contar con un tiempo previo de preparación, organice en la mente todos los conocimientos adquiridos sobre el particular. Esta ordenación será distinta según la naturaleza del tema.
Puede ser de tipo lógico, el más frecuente en las exposiciones que tendrá que hacer el alumno, informando de los conocimientos que se le piden. En este caso, la búsqueda e inventiva se referirá a deducir y relacionar unas. cosas con otras, exponiéndolas ordenadamente.
Otras veces, la ordenación obedecerá a una concepción temporal, y los hechos aparecerán expuestos sucesivamente, unos detrás de otros.
También la ordenación puede ser espacial, por ejemplo cuando describimos, situando unas cosas en relación con otras dentro de un espacio. En muchos casos podemos alternar la descripción con la narración.
Como el lector habrá apreciado, esta redacción está estructurada siguiendo un orden cronológico.
2. Comienzo. El comienzo de la redacción viene a ser, de ordinario, la presentación del tema. Los comienzos deben ser originales y sorpresivos, para llamar la atención del lector. El del trabajo que estamos estudiando tiene el suficiente interés, al situar al hombre primitivo en su medio natural, de forma descriptiva.
3. Desarrollo. La secuencia temporal, a que nos referíamos antes es la siguiente:
- Situación general del hombre en el espacio y en el tiempo. Cómo sería la tierra sin el fuego en la alborada de la creación .
- Una teoría de cómo se llegó fortuitamente a su descubrimiento, y el asombro del descubridor. Posesión del fuego por el hombre.
- Salto a Roma. El fuego como símbolo sagrado custodiado por las vestales.
- El fuego en el Nuevo Continente: indios peruanos, divinización del fuego, los volcanes.
- El fuego como símbolo general: en el hogar romano, la llama olímpica griega. El fuego, símbolo siempre de la unidad familiar.
4. Final. También los finales tienen que ser originales e interesantes. El fuego, que al comienzo fue presentado como algo rudimentario y fortuito, acaba exaltado, y convertido en símbolo de la unión familiar.
5. Elección de estilo. Propiamente, el estilo no se elige, porque se identifica con nosotros mismos. Advertimos, sin embargo, que aquí se trata de una narración. El mismo tema determina en gran medida el estilo que debemos elegir. Pero, también es cierto que, en este caso concreto, podía haberse hecho en forma descriptiva o lírica.
6. Trabajo de corrección de estilo. Después de hecho el borrador, procuraremos dar un repaso a la acentuación y errores ortográficos. También hemos de examinar detenidamente la construcción sintáctica para evitar incorrecciones, y el vocabulario, para que sea abundante y selecto. De modo particular eliminaremos las repeticiones y suprimiremos lo que no sea necesario, a, fin de conseguir la mayor concisión posible., Finalmente, examinaremos la puntuación y la buena presentación del trabajo.
Fuente: Apunte de Comunicación escrita de la U de Londres.