Pedro Alvarado
Explorador, militar y político español nacido en Badajoz, Extremadura, entre 1485 y 1495. De su infancia sólo queda claro que aprendió el manejo de las armas, de los caballos y adquirió una excepcional destreza física. En 1510 se trasladó con sus cinco hermanos a La Española (actual isla compartida por la República Dominicana y Haití) y tras breve lapso a Cuba. Allí, en 1517, el gobernador Diego de Velázquez le permitió participar en la expedición de Juan de Grijalva por el litoral del Golfo de México.
Tras la malograda empresa regresó a Cuba y se hizo uno de los capitanes de Hernán Cortés, con quien partió para la exploración y conquista de la tierra firme que hallasen.
A su llegada a Tlaxcala, los indígenas le dieron el mote de Tonatiuh (el Sol) por su cabello rubio y tez bermeja; allí tomó por mujer a la hija de Xicoténcatl, bautizada Luisa, quien le dio a su única hija, Leonor de Alvarado.
En Tenochtitlan, dejado al mando de los españoles que guardaban el palacio de Axayácatl donde se hospedaban y de la custodia del cautivo Moctezuma, desobedeciendo las órdenes de Cortés produjo la masacre de la elite mexica durante una Ceremonia en el Templo Mayor.
Al regreso de Cortés fue severamente reprendido. Durante la llamada “Noche Triste” (30 de junio de 1520), su fortaleza física y coraje le salvaron la vida.
Actuó con bravura y crueldad durante el sitio y caída de Tenochtitlan en 1521. De 1523 a 1526 conquistó Guatemala, masacrando a los cakchiqueles y arrasando la ciudad de Ususlután.
En 1527 fue a España a reclamar el titulo de gobernador de Guatemala —que le fue concedido— y a casarse con Francisca de la Cueva, pariente del duque de Alburquerque; muerta ésta, casó con la hermana y regresó a gobernar Guatemala.
Requerido por el virrey Antonio de Mendoza para ayudarlo en la guerra del Mixtón contra caxcanes y tecos, Alvarado acudió con prontitud.
Durante los combates, el caballo del escribano Baltazar de Montoya se despeñó en la barranca de Yahualica —cerca de Guadalajara— y atropello al conquistador, causándole heridas de las que murió tres días más tarde, el 4 de julio de 1541.