Periodicidad biológica y hábitats
La periodicidad biológica a muchas especies animales se someten a ritmos naturales que condicionan su modo de vida. Un ritmo muy extendido es el circadiano o diario, que coincide con la duración del día y establece fases de reposo alternadas con las de actividad. En organismos marinos, las mareas imponen su ritmo a las diversas actividades, desde las reproductoras a las nutritivas.
El cambio mensual de las fases de la Luna va ligado al ciclo reproductor de animales marinos, en regiones tropicales, en otras especies, en particular las terrestres, son las estaciones, y con periodo anual, el que marca la actividad biológica (ej., la hibernación de lirones, la actividad primaveral, el desarrollo en verano y las reservas en otoño).
También, los ciclos de duración variable, influyen en la población de animales y van ligados a factores complejos. Cada cierto número de años se desencadena una reproducción masiva de lemmings y también con los ratones.
Hábitats
Cada ambiente en que una especie animal puede desarrollarse recibe el nombre de hábitat. La variedad de condiciones implica, que su número sea limitado; que una especie lo ocupe o no depende de la adaptabilidad del organismo.
Los hábitats principales de nuestro planeta son el acuático y el terrestre. El primero incluye mares y océanos como las aguas continentales, en el segundo se engloban el medio terrestre y aéreo.
Los animales ocupan las regiones oceánicas, incluidas las abisales carentes de luz. En aguas libres viven animales que se desplazan activamente por ellas (necton), como los peces y los cetáceos, así como los que flotan en su seno (plancton), como los flagelados, pequeños crustáceos, medusas, etc.
El fondo está ocupado por otra comunidad (bentos) con multitud de especies, una sobre la superficie del fondo y otras enterradas en él. Las condiciones son similares en aguas continentales con menor variedad.
En el medio terrestre, parte de los animales viven sobre la superficie, desplazándose de forma activa, otros tienen su hábitat en superficies de terreno y contribuyen de manera decisiva a la formación del suelo, otros pueden volar, desplazándose por el aire, aunque dependen del suelo para descansar, nutrirse y reproducirse.
La temperatura y la pluviosidad son dos factores importantes que, además de condicionar la vegetación, imponen requisitos a los animales. La combinación de ambos factores determina distintos ambientes o biomas.