Planeación de un escrito
Estructurado el escrito, la obra resultante es un todo que consta de varias partes o secciones. Naturalmente, éstas dependen del tipo de escrito: una crónica, por ejemplo, no ha de tener las mismas partes que una carta; y dentro de las cartas, tampoco contendrá los mismos elementos una carta familiar que una comercial o protocolar.
Sin embargo, se debe admitir un hecho generalizador: todo escrito consta de tres partes (principio, medio y fin), como consecuencia de los pasos sucesivos seguidos en su realización.
Por su parte, algunos tipos de escritos presentan, además, otros elementos que pese a su funcionalidad resultan accesorios en relación con lo esencial.
Fuente: Apunte de Comunicación escrita de la U de Londres.