Publio Elio Adriano
Emperador romano nacido el año 76 en Itálica, España. Hijo de Publio Elio Adriano y Domicia Paulina, por el lado paterno era sobrino del emperador Trajano, quien carecía de descendencia de su matrimonio con Pompeya Plotina. Ésta sentía mucho afecto por Adriano e impulsó su carrera como militar y político, a fin de prepararlo para ser el sucesor de su tío.
A los 10 años de edad, Adriano ya Formaba parte de la comitiva imperial.
En el 96 fue nombrado tribuno de Macedonia y poco después sirvió en el ejército durante las guerras contra Dacia (hoy Rumania), en las que Trajano esperaba extender el imperio hacia el oriente y hacer defendibles las fronteras.
Adriano se distinguió como militar capaz y hábil administrador. Por ello, Trajano no vaciló en acceder a los deseos de Plotina y adoptarlo como hijo y sucesor, de modo que en 117 fue investido emperador, tras el fallecimiento de su padre adoptivo.
Desde su acceso al trono, emprendió las necesarias reformas administrativas para asegurar el bienestar general de los romanos, atendió a los más necesitados, recorrió todas las provincias para supervisar a los funcionarios civiles y militares, hizo construir numerosos monumentos y el enorme muro que dividía de este a oeste la isla de la Gran Bretaña.
En 135 tuvo que reprimir la cruenta revuelta de los judíos, ordenó el arrasamiento de Jerusalén y su transformación en la ciudad pagana Helia Capitolina. No obstante, los romanos lo consideraron uno de los cinco «buenos emperadores”.
Casado por interés con Vibia Sabina en el año l00, su verdadero amor fue un joven de excepcional belleza, Antinoo de Bitinia, cuya muerte en el Nilo provocó la desesperación de Adriano, quien se recluyó en su villa en Roma hasta su muerte, acaecida en 138.