Relación entre los organismos interespecificas
Son básicamente de dos tipos; de competencia y de cooperación, incluyendo en las primeras la competencia estricta (por espacio, luz, territorio, etc.), la depredación y el parasitismo. En la segunda se consideran las simbiosis, las formaciones vegetales o las agrupaciones mixtas de herbívoros. La selva amazónica es un ejemplo de estas relaciones.
Hay muchas especies epifitas que crecen en ramas y troncos de árboles; otros, se nutren de los restos vegetales muertos; y una infinita variedad de formas tendientes a conseguir un recurso escaso en niveles inferiores: la luz.
Los árboles crecen para que sus hojas lleguen a más altura que las de sus vecinos, y otras plantas se configuran como lianas y trepan por el tronco de los árboles.
Esta lucha entre las plantas es análoga en el reino animal, donde las aves de presa capturan primates que viven en árboles o el jaguar acecha a los capibaros que acuden al río.
Los simios, comen hojas y frutos de árboles, y dependen de éstos, los árboles se benefician en la distribución de sus, semillas.
En la selva amazónica y cualquier ecosistema, las especies mantienen entre sí relaciones de dependencia mutua y son eslabones de una red extensa, la ausencia de uno de ellos puede causar desmoronamiento del conjunto.
De ahí la gravedad de la intervención humana, irresponsable e ignorante del equilibrio de la naturaleza.