Resorteo del molino o distorsión plástica
A la reacción de la carga de laminado se le llama fuerza de separación de rodillos y si éstos no estuvieran sujetos en el cabezal del molino, tenderían a separarse y la reducción del metal no sería posible.
El rodillo superior empuja hacia arriba la parte superior del cabezal, mientras que el rodillo inferior empuja hacia abajo la base del mismo cabezal. En tal virtud, el cabezal está sujeto a esfuerzos de tensión, los cuales obviamente son menores que el esfuerzo de cedencia del acero fundido conque normalmente se construyen, pero existe una deformación elástica que puede ser medida.
Su magnitud depende de:
a) la carga de laminado,
b) la sección transversal del cabezal,
c) de la altura del cabezal.
Si la extensión de esta deformación es pequeña, se dice que el molino es rígido o duro, mientras que si es grande, se dice que el molino es suave o elástico.
Esta deformación del cabezal obviamente afectará el calibre del metal producido. Por ejemplo, si la holgura del molino se fija a 3 mm antes de alimentar el material a ser laminado, la entrada del metal provee la fuerza que origina que el cabezal se estire y que la holgura se incremente a digamos, 3.05 mm.
El metal producido será de 3.05 mm de espesor en lugar de 3.00 mm. Al ajuste de los rodillos antes de que entre el metal se le llama holgura pasiva de los rodillos, mientras que a la holgura real producida cuando pasa el metal a través de ella, se le llama holgura activa de los rodillos.
Es importante conocer la relación entre las holguras pasiva y activa. Esta relación se denomina módulo del molino.
Fuente: Materia de Proceso de Manufactura de la Unideg