SIDA y ETS
La creciente aparición de casos de SIDA y la inclusión del VIH entre los agentes causantes de ETS (al haberse demostrado que el semen y las secreciones genitales son portadores del VIH) ha dado una nueva dimensión a este grupo de enfermedades, tan ligadas a la conducta humana, y ha relanzado la importancia fundamental de las actitudes de prevención, tanto en los infectados como en los todavía indemnes.
Además del posible contagio por algunas conductas sexuales específicas (penetración anal, sexo orogenital, etc.), la transmisión heterosexual del VIH está aumentando en todo el mundo, observándose en los pacientes afectos de ETS un aumento de la prevalencia de esta infección.
Se ha comprobado la existencia de una clara potenciación entre diversas ETS (fundamentalmente las que provocan pequeñas ulceraciones o erosiones por las que penetra el agente causal) y el SIDA, y un curso clínico más agresivo de ambas enfermedades cuando coinciden en un mismo individuo, debido a la disminución de la respuesta inmunológica que condiciona el SIDA.
La mayoría de estudios efectuados han relacionado de modo concluyente la transmisión sexual del VIH con una conducta promiscua (vaginal, anal u oral) sin las debidas precauciones.
El mecanismo de contagio heterosexual del SIDA nuevo ocupa en España el tercer las de lugar después de los usuarios de drogas por vía intravenosa y los homosexuales.
Un 5.6 % de todos los casos de SIDA registrados en España a finales de mucho 1992 tuvieron este mecanismo de transmisión.
Además, esta tendencia parece estar en aumento, tanto en España como en la mayoría de países, y recalca de nuevo la importancia de tomar las debidas precauciones ante cualquier contacto sexual sospechoso.
Por desgracia, la aceptación del uso del preservativo y la modificación de ciertas conductas sexuales no es ni mucho menos absoluta (aunque ciertamente va ganando terreno), a pesar de que se ha demostrado que los programas de control de las ETS pueden jugar un papel fundamental en el intento de evitar el avance del SIDA.
Consejos para prevenir las ETS
-Disminuir el número de parejas sexuales.
-Usar el preservativo en todos los contactos sexuales.
-No abusar del alcohol, que potencia la aparición y la gravedad de las ETS.
-No practicar el sexo si se ha tenido una ETS, hasta estar curado.
-Controlar ala pareja después de haber padecido una ETS, y tratarla si se considera necesario.
-Acudir sin vergüenza ni temor a un centro médico si existe la posibilidad de una ETS.
-No efectuar ningún autotratamiento, y consultar al médico ante una posible ETS, para que sea el quien establezca la terapéutica adecuada.