Sistemática de los protozoos
Los zooflagelados, tienen uno o dos flagelos y un núcleo por regla general. Asexualmente se producen por bipartición longitudinal y sexualmente por singamia, pudiendo ser los dos individuos iguales o diferentes. El flagelo dispone de un corpúsculo basal de control, con haces de fibrillas (axostilo) en su interior. Los rizópodos se desplazan y capturan alimento con ayuda de pseudópodos que son filiformes, ramificadas o en forma de dedo.
Tienen uno o varios núcleos y se producen por escisión binaria, esporulación o plasmotomía. La reproducción sexual se realiza por singamia. La mayoría vive libre y provisto de una membrana rígida o cápsula dura que lo protege. Por ejemplo, amibas, que provocan enfermedades en el ser humano (ej. disentería amebiana).
Los esporozoos carecen de orgánulos para desplazarse y tampoco presentan vacuolas contráctiles. Tienen uno o varios núcleos. Se producen por división múltiple, o singamia y todos son parásitos de plantas y animales.
Su ciclo vital es complejo, se alternan las formas diplontes con haplontes. Uno de los más conocidos son los plasmodios, causantes del paludismo.
Los ciliados tienen numerosos cilios, que forman cintas o campos, y provistos de un citostoma, contienen núcleos, uno pequeño (micronúcleo) que a veces es numeroso y otro grande (macronúcleo), participa en el proceso de conjugación, reproduciéndose también asexualmente por escisión binaria.
En algunos existe dimorfismo entre los dos conjugantes. La mayoría de ciliados son libres algunos parásitos y otros viven en comensalismo. El paramecio y las vorticelas, se encuentran en charcos, son dos de las especies más conocidas.