Taller flexible
Como ya hemos visto, una vez diseñada la pieza gracias a las técnicas CAD/ CAM y probado su correcto funcionamiento, puede pasar a su fabricación en serie. Sin embargo, a veces es necesario disponer de un prototipo para someterlo a ciertas comprobaciones que no pueden realizarse directamente en la estación de trabajo. En este caso, resulta útil un taller flexible que permita que, una vez diseñada la pieza, sus características pasen automáticamente al taller robotizado que produce un número limitado de ellas.
Para ello, el diseñador crea su pieza, con la ayuda de las herramientas de diseño asistido por ordenador de las que dispone. Los datos que caracterizan dicha pieza pasan entonces directamente al ordenador central, que gestiona el flujo de información entre las diversas unidades. Entonces, el ordenador central envía la serie de órdenes pertinentes al taller de fabricación, con el objeto de obtener una muestra de la pieza diseñada.
El ordenador del taller es el encargado de gobernar todas las máquinas disponibles y consecuentemente, obtener físicamente la pieza deseada, llamada pieza bruta. Una vez obtenida, y gracias a robots móviles que permiten desplazarla hacia las diversas máquinas encargadas de realizar su acabado, la pieza es sometida a los diversos procesos necesarios (operaciones de limado, lavado, etc.) que llevan a cabo otros robots del taller.
Acabada la pieza, el ordenador del taller se lo comunica al ordenador central para que active la unidad de control a la que la pieza liega asimismo a bordo de un robot dotado de movilidad.
En dicha unidad se comprueban características de la pieza tales como sus dimensiones, su peso, su forma, etc. Toda esta información es enviada y recopilada por el ordenador que se encarga de gobernar el proceso de control. De allí pasa al ordenador central para que compare los datos correspondientes a la pieza acabada con los teóricos introducidos por el diseñador. Si no existe coincidencia entre unos y otros datos, la pieza vuelve a ser sometida a las operaciones necesarias para que así sea.
Concluida esta fase, se fabrica una cantidad limitada de dichas piezas (p, ej. una docena), para que el ingeniero que las ha diseñado pueda dar su opinión e introducir en el proceso las correcciones necesarias. Acto seguido, la pieza, como tal, pasa a ser parte de un prototipo, entra directamente en la cadena de fabricación o se monta en una máquina dela que forma parte, para comprobar su buen resultado y su adecuación a la función prevista. Tal y como hemos indicado con anterioridad, en el taller flexible, que permite obtener enormes ahorros de tiempo en la creación y diseño de nuevas piezas y máquinas, en el ordenador central se ocupa de controlar y determinar la mayor parte dela actividad.
Entre sus funciones, se encuentra la de optimizar el tiempo de trabajo de las máquinas del tallen poner a disposición de los robots que realizan los trabajos mecánicos las herramientas que necesitan mediante el gobierno de los dispositivos encargados de aprovisionar con ellas a los robots fijos.
Por otro lado, optimiza los movimientos de los dispositivos de aprovisionamiento (acortando sus recorridos, evitando choques entre ellos, etc.). Por otro lado, es capaz de evaluar los trabajos realizados y de simular los procesos de fabricación. De esta manera es posible siempre establecer el proceso de trabajo para conseguir más rapidez y economía.
Controla, asimismo, que siempre se disponga al menos de un número mínimo de piezas para no interrumpir la actividad; también del material necesario para fabricarlas. Permite reprogramar los robots para que estén en disposición de fabricar las nuevas piezas que se diseñen y controla todos los movimientos de las piezas en el interior del taller flexible de modo que sus recorridos de una unidad a otra o de una máquina a otra de la misma unidad sean lo más cortos y rápidos posibles.
Las explicaciones anteriores nos dan una idea del nivel de mecanización y automatización de la serie de tareas repetitivas necesarias.
para diseñar y llegar a fabricar las piezas que requiera el desarrollo de nuevas máquinas. Gracias al empleo del ordenador se puede diseñar directamente sobre la pantalla y verificar, en un corto lapso de tiempo, el resultado de la creatividad del diseñador.