Teoría fundamental de la iluminación
La historia de la arquitectura es al mismo tiempo la historia de la construcción con la luz.
Como complemento a la tecnificación de la construcción moderna, la luz debe cumplir la necesidad primaria de permitir las actividades de forma eficaz, de participar en la conformación del entorno, además de tener una calidad sensorialmente adecuada y técnicamente óptima.
Diseño de iluminación no es sólo una conjunción verbal de dos conceptos, sino la síntesis de la ciencia y del arte de iluminar, la comprensión de los valores físicos mensurable y su transformación en sensaciones, en percepción.
Diseño de iluminación significa tener en cuenta la interacción entre hombre, luz, ambiente y materia. Con la luz se puede jugar, se puede atormentar o relajar al hombre.
La luz natural proveniente del sol puede ser deslumbrante, centelleante, suave. Sus cualidades cambian dependiendo de la hora del día y varían con el clima y las estaciones del año.
En contraste con esto, la luz artificial es estática y sin cambios. El propósito principal de un sistema de iluminación artificial es el de proveer suficiente iluminación para el cumplimiento de tareas visuales.
Como referencia a algunos niveles de iluminación recomendados (medidos en footcandles) para varias categorías de tareas o trabajos, son los siguientes:
1 Footcandle = 1 Lúmen/pie2 = 10.76 Lux.
1 Lux = 1 Lúmen/m2
Footcandle ® pie – bujía ó candela
Las recomendaciones del nivel de iluminación especifican sólo la cantidad de luz que debe ser suministrada.
La luz difusa proveniente de muchas direcciones desde múltiples fuentes así como de superficies reflectivas produce iluminación casi uniforme con poca sombra.
La luz directa de otro modo produce variaciones en la luminosidad y sombras, las cuales son necesarias para la percepción de formas y texturas.
Ambos tipos de luz se complementan una a otra y puede ser conveniente su combinación dependiendo de la forma y uso del espacio.
El color percibido en un objeto es el resultado de su capacidad para modificar (reflejar ó absorber) el color de la luz que recibe.
1.- Intensidad luminosa (Por iluminación).
La medida de la intensidad luminosa es la bujía. Una bujía es la 1/60 parte de la radiación luminosa emitida por un cm2 de un cuerpo negro a la temperatura de fusión del platino.
2.- Flujo luminoso (Por brillo).
Se mide en lúmenes. Si suponemos que una fuente luminosa de una bujía cuya luz está concentrada en un punto, está colocada en el centro de una esfera hueca de 1mt. de radio. La iluminación en todos los puntos de la esfera tendrá un valor igual al que llamamos «Luz».
3.- Brillo.
También llamado «Deslumbramiento». El brillo de un objeto se mide con la cantidad de luz que se desprende desde su superficie hacia el observador; el objeto que presenta brillo puede ser luminoso por sí mismo, como un foco o puede ser un objeto traslúcido como un globo de vidrio de blanco, o una superficie reflectora como una pared.
La unidad que se emplea para medir el brillo es el «Lambert». El Lambert es el brillo de una superficie que emite o refleja un Lumen por cm2.
Fuente: Apunte de Instalaciones en los edificios del Instituto tecnológico de la Paz