Valor e intensidad de los colores
Así como todo objeto tiene longitud, ancho y grueso, el color tiene tres dimensiones: su propia cualidad de color, el valor y la intensidad. El valor, como ya conocemos, es la cualidad clara u oscura del color, su grado en la escala del blanco al negro.
El blanco es el valor más alto en luz y en claridad. El negro es el valor, más opuesto a aquel y por lo tanto, el más bajo. Cada uno de los valores podrá ser cambiado según se le añada más blanco o más negro, o aclarado con agua o algún otro diluyente. Entre los extremos blanco y negro podrá ser formada una escala dividida en siete valores intermedios.
El valor de un color puede ser establecido considerando la equivalencia de que el amarillo, el color más luminoso, corresponde al número 1 y el violeta, el color más profundo y menos luminoso, al número 7; los intermedios serán establecidos de acuerdo con esta clasificación y las respectivas designaciones:
Blanco
1. Luz fuerte
2. Claro
3. Claro bajo
4. Medio
5. Medio oscuro
6. Oscuro
7. Oscuro bajo
Negro
Blanco
Amarillo
Amarillo-naranja y amarillo-verde
Naranja y verde
Rojo-naranja y azul-verde
Rojo y azul
Violeta-rojo y azul violeta
Violeta
Negro
Los valores intervienen notablemente en la impresión del color. El blanco y todos los valores claros, cuando son utilizados como fondos, destacan un color, sugieren distancia y parece que aumentan el tamaño de los objetos.
El negro y los valores oscuros determinan efectos opuestos, absorben el color, sugieren acercamiento y reducen el tamaño de cuanto tienen superpuesto.
Todo color parecerá más oscuro sobre bl anco y más rebajado o claro sobre negro; sobre un gris de valor anál ogo al suyo pierde en destaque y queda fundida su impresión con la del fondo. Los valores oscuros que producen sensación por su peso deben estar situados en la base o parte inferior de una composición si se quiere dar a esta una apariencia de estabilidad.
La intensidad es el grado de energía o vehemencia del color, la dimensión que indica su cualidad de potencia. El rojo (R), azul (Z) o amarillo (A) más intensos son los fundamentales o primarios del círculo de colores.
Cuando estos son neutralizados por adición de una pequeña parte de su respectivo complementario pierden notablemente en potencia. La intensidad del color se reduce progresivamente a medida que el matiz se acerca al gris neutro del centro del círculo.
Fuente: Apunte de Diseño de Sistemas de Señalización y Señalética de la U de Londres.